Bolivia definirá a su próximo presidente en un balotaje el 19 de octubre, luego de que ninguno de los candidatos alcanzara los porcentajes requeridos por la Constitución para imponerse en primera vuelta.
Con el 91% de las actas escrutadas, el senador y exalcalde de Tarija, Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se ubicó primero con el 32,08% de los votos. En segundo lugar quedó el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, de la Alianza Libre, con el 26,24%. Ambos se enfrentarán en segunda vuelta para definir al nuevo jefe de Estado.
La jornada del domingo estuvo marcada por la tranquilidad y una amplia participación: más de 7,9 millones de bolivianos fueron convocados a votar, tanto en el país como en el extranjero. Las misiones de la OEA, la Unión Europea y otros organismos destacaron el clima de paz y la “vocación democrática” de la ciudadanía.
La sorpresa electoral
El gran derrotado fue Samuel Doria Medina, que tras liderar las encuestas terminó en tercer lugar con apenas el 20,2%. Más atrás quedaron Andrónico Rodríguez (8,11%), Manfred Reyes Villa (6,63%) y Eduardo del Castillo, del MAS, con apenas el 3,14%, reflejando un retroceso del oficialismo.
Reglas claras para la definición
La Constitución boliviana establece que para consagrarse en primera vuelta un candidato debe obtener el 50% más uno de los votos, o al menos el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo. Como ninguno cumplió con estos requisitos, la definición se trasladará a un balotaje en el que se enfrentarán los dos más votados.
Lo que viene
De esta manera, Bolivia se prepara para un escenario de polarización entre dos figuras de centroderecha y conservadoras: Paz Pereira, con un perfil renovador, y Quiroga, con el peso de su experiencia como expresidente. El nuevo mandatario deberá asumir el 8 de noviembre, en una transición que el presidente Luis Arce garantizó que será “democrática y pacífica”.





