Manuel Benítez, de 29 años, estudiante de ingeniería, pianista y refugiero. Estaba camino al Refugio Frey y lo sorprendió una tormenta de nieve.

Rescatistas del Parque Nacional Nahuel Huapi informaron que encontraron muerto a un joven de 29 años que estaba desaparecido desde el martes, cuando debía llegar hasta el refugio Frey, uno de los más populares y más visitados de Bariloche, cerca del Cerro Catedral.

Se trata de Manuel Benítez, quien fue encontrado un metro debajo de la nieve, a unos 5 metros del camino y a 100 metros del refugio. Desde la Comisión de Auxilio del Club Andino informaron que 50 personas y un helicóptero se abocaron a la búsqueda y que en la tarde de este jueves finalmente lograron encontrarlo tras 14 horas de búsqueda.

El cuerpo de la víctima fue trasladado hasta el filo de la montaña y desde ese punto lo evacuaron en helicóptero hasta el Varadero de Parques Nacionales. Allí, tenía una ambulancia que lo trasladó, sin vida, hasta el hospital Ramón Carrillo.

“Hasta donde pudimos averiguar, Manuel, que era de Bariloche, era un refugiero que no tenía mucha experiencia. Entiendo que la tormenta lo sorprendió. No es habitual en esta época del año y este tipo de nevadas tempranas, inesperadas, provocan este tipo de caos, te toman desprevenido. A eso sumale el viento blanco y un tipo de nieve pesada y húmeda que se adhiere al calzado y torna más dificultoso el andar”, explicó Claudio Fidani, que forma parte del equipo de rescate del Club Andino.

Benítez se dirigía desde la base del Cerro Catedral hasta el Refugio Frey, a 12 kilómetros de distancia. “Acá no se puede confiar en el clima, de un minuto a otro cambia y el camino que tenías pensado se modifica radicalmente. Estimamos que Manuel salió el martes entre las 14.30 y las 15, un horario tarde para ese tramo, ya que lo conveniente hubiera sido salir antes del mediodía. No digo que él lo haya hecho, en absoluto, pero uno viene del verano, la temperatura está ‘amigable’ hasta que deja de estarlo”.

Con 44 años como refugiero del Jakob, Fidani (60), es un avezado conocedor de esa geografía. “Fue desgastante la búsqueda, tuvimos que poner a disposición a más de 50 personas desplegando un operativo peligroso porque no estaban dadas las condiciones climáticas para la búsqueda”, dijo.

Y agregó: “Manuel llegó debilitado y deshidratado, y se desvaneció muy cerca del refugio. Encontramos, primero, los bastones a un kilómetro del refugio y unos 200 metros más allá, la mochila, lo que nos permitió focalizar la búsqueda en una zona delimitada”.

Fidani explicó que “un cuadro de hipotermia como el que tenía Manuel provoca desorientación, poca lucidez, imposible pensar con claridad y un llamativo calor, que induce a la persona a sacarse la ropa. Al muchacho se lo encontró con poca ropa y seguramente extenuado fue dejando primero los bastones, que son fundamentales y luego la mochila. Imaginate que lo encontramos un metro bajo nieve, es nada, pero no pudo llegar”.

El dolor de familiares

Este jueves al mediodía, tres horas antes del hallazgo del cuerpo, Fidani intentó contener a Juan Benítez, el papá de Manuel, quien junto a otras dos hijas, esperaba novedades de la búsqueda en la base del Cerro Catedral. “Fue difícil la situación porque si bien todavía no se lo había encontrado, yo imaginaba el desenlace. ¿El padre? En estos casos emerge una sensación de negación, de ilusión, entendibles. Cuando les avisé que había aparecido… fue un momento de mierda, el padre y las hijas se desmoronaron”.

Amigo de la vida en Bariloche, Joaquín Barrasa (28) está paralizado, en shock, le cuesta pronunciar palabras. “Manu era el ser más bueno y noble de la tierra. Puedo decir que tuve el privilegio de haberlo conocido y estoy seguro que dejará un vacío inexplicable en un montón de personas que lo querían”.

Estudiante de ingeniería y pianista, fanático de La Renga, Manuel amaba la montaña “y cada vez que tenía la posibilidad se iba a algún refugio para compartir tiempo con sus amigos”.

Laura García, una amiga, lo despidió en Facebook: Mi amigo, mi hermano, gran compañero de aventuras, un abrazo al cielo ser de luz… Hoy mi corazón llora de dolor, hace una semana escuché tu voz, tu alegría, la nobleza de tu corazón, tus sueños. Ayyy ese abrazo que nos quedó pendiente hermano, será en un nuevo reencuentro. Que Dios te tenga en su gloria hermano de la vida. Eres un ser maravilloso, gracias por haber sido parte de mí vida. Te quiero siempre Manu querido. Mis condolencias a la familia, mucha luz, que Dios los cuide y acompañe en este enorme dolor”.

Fuente: Clarín.