Con el pasado fin de semana largo de Carnaval, concluyó la temporada de verano y desde la Asociación Hotelera y Gastronómica de Villa Carlos Paz realizaron el balance general de ocupación. Un comienzo con buenas perspectivas en año nuevo y el susto de la variante Ómicron que amenazó con aguar la temporada fueron los vaivenes con los que arrancaba un verano que, pese a la contingencia sanitaria, logró posicionarse en términos de ocupación turística en buena medida impulsado por el Programa PreViaje, aseguran.

De acuerdo a la información aportada por el Departamento de Estadísticas y Censo de ASHOGA, el primer mes del año registró un nivel de ocupación promedio del 68.4% contabilizando plazas y habitaciones en todas las categorías de hospedaje.

Febrero en cambio llegó con otro impulso. A la recuperación de la confianza tras la
repentina desaceleración de casos de COVID, acompañó el buen clima, lo que propició un aumento en la ocupación hotelera promediada en 73.2%.

La fecha clave que ayudó a elevar este porcentaje fue el fin de semana largo de Carnaval, que registró picos cercanos al 90%. Fecha que, por otra parte, hace varios años viene registrando récord de aceptación y reservas que permiten anticipar esta tendencia.

Desde ASHOGA destacaron que también febrero se vio alterado con vaivenes pronunciados de hasta 20 puntos si se compara el alojamiento entre semana con respecto a viernes, sábado y domingo.

En conclusión, la temporada de verano considerando Carnaval arrojó un 70,8% de
promedio con pernoctaciones de entre cuatro y cinco noches y mayor volumen de reservas para los días viernes, sábado y domingo.

“Fue una temporada positiva para el sector, y creo que es producto de un trabajo mixto
donde no podemos obviar la buena performance del PreViaje. El Estado en este sentido ha sido nuestro aliado porque gracias a este proyecto, quienes lo implementamos tuvimos la posibilidad de planificar. Y eso en Argentina es mucho decir”, subrayó el presidente de ASHOGA, Leonardo González.