A siete días del paso del huracán Dorian por el norte de Bahamas, que dejó al menos 43 muertos, miles de personas no pueden salir de las zonas afectadas mientras que cientos de evacuados llegaban a Nueva Providencia, donde se encuentra la capital.

Aquellas personas que no pueden salir de las zonas devastadas por el huracán se enfrentan a la falta de comunicaciones, electricidad, combustible, seguridad y agua potable.

Del total de las víctimas fatales, 35 murieron en las Islas Ábaco, donde residen 17 mil personas; y ocho en Gran Bahama, habitada por otras 51 mil.

Según informaron, se espera que la cifra aumente considerablemente debido a que cientos de personas siguen desaparecidas tras el temporal.

Un total de 274 fuerzas de la defensa de Bahamas y la policía se encuentran en Ábaco y 666 en Gran Bahama, acompañados por personal de la Guardia Costera de Estados Unidos y personal de varias ONG.