Las especulaciones sobre el porcentaje de caída del PBI en el país suenan demasiado lejanas y con poca fuerza si revisamos la actual situación económica y financiera de las entidades deportivas carlospacenses.
La necesidad de regresar a la actividad se torna urgente desde lo social, pero también apuntando a sostener una estructura que, con altos y bajos, fue regular en el pasado. La pandemia pegó fuerte, y los clubes lo soportan de pie, sin saber por cuánto tiempo más.
Quedó claro con las diferentes manifestaciones en nuestra ciudad que ésta vive por y para el turismo, otra actividad que necesita apoyo urgente. Los deportistas, en cada una de las disciplinas practicadas, sufren no poder asistir a las diferentes entidades pero más sufren, en mayor o menor medida, no poder aportar lo necesario, económicamente hablando, para el desarrollo de la institución.
Desde Carlos Paz Vivo! dialogamos con los responsables de algunos clubes locales para adentrarnos y retratar la actualidad económica de los mismos.
“Estamos con muchas ansias de ver el regreso de los chicas y las chicas a la cancha”, manifiestaron Alejandro Fantolino (Pte. Club de Pesca), Carlos Marguetti (Pte. Atlético Carlos Paz), Martín Busto (Tesorero Club Sarmiento) y Mauro Cuervo (Tesorero Sportivo Bolívar). Además, los dirigentes también coinciden en lo importante del aporte del Estado a través del ATP para la planta empleada registrada, lo que les permite estar al día en el pago del salario pertinente.
El aporte de cada socio y socia a través de las cuotas se vio notablemente afectado en cada entidad, motivo por el cual se tomaron diferentes decisiones en el tema: “El cobro se complicó al principio por el sistema, pero ahora hay que ser lógicos y no se le puede exigir el pago a la gente si no están practicando y, además, con la necesidad de trabajo relacionado al turismo directo en nuestra ciudad, el cual que no está”, manifestó Marguetti, en tanto que Fantolino agregó: “Cobramos una cuota de $800 (en marzo era $1200) y la realidad indica que sólo el 30% puede pagarla”.
Por su parte, Cuervo indicó que el club decidió darle la oportunidad a los socios que aporten una “cuota solidaria”, mientras que Busto aclaró que al principio no cobraron la cuota a sus deportistas pero en junio necesitaron del aporte de varios que abonaron el 50% del valor.
Todos los dirigentes que respondieron, en la misma sintonía, advirtieron que las deudas existentes son muy pequeñas y en contados rubros, lo cual logró no hacer tambalear las estructuras, pero si consumió toda reserva monetaria de estos clubes. “Tanto la Coopi como Carlos Paz TV nos dieron una gran mano en este momento. En unos días saldrá el trámite también para reacomodar EPEC. Desde el sector ‘servicios’ se portaron bien. Los seguros, en su mayoría, están pagos hasta este mes y tendremos que ver lo que sucede en adelante para cubrir los pagos”, reconocieron.
Al no estar las puertas abiertas, los gastos fijos disminuyeron enormemente. Sin embargo, el ahorro de estos clubes que iban a ser destinados a importantes obras, fue utilizado para mantener el funcionamiento esencial de las entidades.
A la espera de los subsidios
Los dirigentes manifestaron también que ya presentaron toda la papelería correspondiente para aplicar a los subsidios que ofreció el Estado nacional, el provincial y también el local. “Estamos a la espera de una respuesta satisfactoria. Sabemos que esto es lento pero cada día que pasa se hace más difícil”, sostienen.
¿Cómo sobrevivir un tiempo más?
“Este mes hubo donaciones de socios que ayudan a soportar la actualidad, por estamos muy agradecidos”, reconoció Alejandro Fantolino y agregó que seguirán juntando fondos a través de la venta de comida e indumentaria del club. A su vez, Carlos Marguetti aclaró que “Cerca de mil personas pasaban por el club semanalmente, hoy sólo tenemos activo el tenis el cual nos está dando una mano grande, por eso esperamos con ansias la habilitación del fútbol y la natación para ‘revivir’ al club”.
Martín Busto, por su parte, indicó que “El retorno del patín generó ingresos a través de los aportes de las cuotas, pero no es suficiente porque el regreso a la actividad necesitó de la compra de elementos y el gasto en limpieza por cada hora de práctica para que las chicas y sus familias estén tranquilas. Necesitamos la vuelta de todas las disciplinas para que la rueda gire como antes”. En concordancia, Mauro Cuervo admitió que “las cuotas, más los ingresos del minibasquet que siguió la actividad con entrenamientos virtuales, permitió que hasta mayo tengamos pago el total de los sueldos de los entrenadores. Simplificando, estamos sobrellevando la situación gracias al gran aporte de las familias”.
Según trascendidos y por el contacto estrecho y constante, el basquet y el rugby serían los últimos deportes en obtener su habilitación. Por el lado del voley y el fútbol, la luz al final del túnel está más cerca. La realidad, es que de no aparecer ayudas rápidas y concretas, la situación económica-financiera de los clubes locales se verá mucho más afectada en un futuro no muy lejano.
Será cuestión de que los Estados definan prioridades por eso habrá que hacer eco en las palabras de uno de los dirigentes quien, en ‘off the record’, sostuvo que “No es viable un Estado que se preocupa más por subsidiar una escuela privada, que en definitiva es un negocio, antes que a los clubes, quienes verdaderamente participan como un rol social, activo y presente, siempre demorado en su desarrollo por las pocas políticas coherentes hacia el sector”.
