Todo lo malo que trajo la pandemia de Covid-19 queda un rato de lado cuando se miran algunos detalles positivos que surgieron por ella. Por ejemplo, la -hasta ahora- supuesta pero necesaria conformación de la AdC de nuestra ciudad.

Luego del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, una de las primeras medidas que tomó el Estado local respecto al deporte fue juntar a los clubes de nuestra ciudad para que, a través de alguno de sus dirigentes, brindaran su opinión respecto a la situación actual de aquel momento.

Por redes sociales y en entrevistas, las quejas de algunas dirigencias hicieron notar su descontento ya que argumentan no haber sido invitadas, por ende, no formaron parte de dicha reunión.

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Si bien se abrieron y debatieron muchas aristas, tan heterogéneas como la cantidad de disciplinas deportivas con las que cuenta Villa Carlos Paz, la principal idea que surgió de dicha reunión (y de otras pocas posteriores) fue la de conformar la Asociación de Clubes de Villa Carlos Paz. Pero, ¿en qué quedó esa idea?

“La oportunidad de ser una especie de fundadores de la asociación que nuclee a todos los clubes de la ciudad se deslizó en una reunión de Zoom”, contó a Carlos Paz Vivo! uno de los más experimentados dirigentes locales. A su vez, otro de ellos describió la reunión previa a la conexión digital como “exquisita”, por la cantidad y calidad de temas que surgieron en la extensa charla concretada junto al Municipio, pero “bastante tarde en el tiempo”.

Dejando de lado la caída sin merma de la posibilidad económica-financiera de las entidades deportivas -de todo el país-, uno de los dirigentes también apuntó que “si bien el dinero es la base de todo, muchas veces se necesita un Estado más presente desde otro lado, escuchando y atendiendo las propuestas de los clubes”, subrayando lo que varios directivos cuentan, por lo bajo, hace más de dos años.

La Asociación de Clubes de Villa Carlos Paz recolectaría las visiones, propuestas, necesidades y objetivos comunes de las entidades deportivas y también debería incluir (aunque el nombre no lo ‘incluya’) a todos aquellos equipos recreativos con actividad regular (Handball Team VCP, sólo como ejemplo entre tantos otros) para que sea efectiva la llegada a cada deportista o entidad carlospacense.

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Turismo y deportes van de la mano. No hay dudas cuanto genera este último para el primero. ¿Será la actividad deportiva quien salve, bajo protocolos hasta nuevo aviso, a la industria del turismo local? Es una buena opción, pero no la única.

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Sin embargo, por más que el brillo de la lentejuela del profesionalismo competitivo intente cegar, lo social del deporte no se negocia. O al menos no lo hacen las ciudades -o países- que entienden su importancia y beneficio. “Deporte es deporte. No Turismo. Necesitamos alguien que nos vincule con el privado y ese rol, el de verdadera gestión, es el del municipio. Ahí los clubes se van a sentir escuchados y estarán articulados para funcionar como corresponden o, al menos, intentarlo”, remarcó por último un joven directivo.