Una kiosquera de 65 años y un repartidor de hamburguesas de 43 fueron asesinados en dos balaceras contra comercios cometidas en la zona sur de la ciudad de Rosario y en la localidad de Villa Gobernador Gálvez, en respectivos episodios de violencia que se suman a amenazas contra establecimientos educativos del centro rosarino, dos de los cuales hoy suspendieron las clases por prevención, informaron fuentes judiciales y policiales.

Entre la noche de ayer y esta mañana, nuevos episodios de violencia sacudieron a la comunidad rosarina y elevaron a 125 la cantidad de homicidios cometidos en ese departamento santafesino en lo que va de 2023.

El primero de los hechos fue reportado alrededor de las 21.30 de anoche en un kiosco situado en Dean Funes al 3100, del barrio Carlos Casado, de la zona sur de Rosario, donde fue asesinada a tiros su dueña, Guillermina Elena Rodríguez (65), quien fue atacada por un hombre que se acercó simulando ser un cliente y le disparó, según detallaron a Télam los voceros consultados.

La mujer cayó muerta en el piso del interior del local, lo que fue constatado por los médicos del servicio de emergencias que arribaron al lugar y advirtieron que presentaba múltiples heridas de arma de fuego.

Los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestraron de la escena del crimen seis vainas servidas calibre 9 milímetros y un plomo, al tiempo que constataron la presencia de dos orificios de bala en una heladera exhibidora con puerta de vidrio, otro impacto en el interior de otra heladera y tres orificios en el nylon que cubre la puerta de ingreso del comercio.

Los investigadores procuran establecer si la víctima o familiares habían recibido amenazas previas al hecho, en tanto, con datos aportados por vecinos, las autoridades judiciales detuvieron un joven que vive en la misma cuadra, que era pariente de la víctima y que está bajo sospechas de tener relación con la venta de drogas al menudeo en ese barrio, confiaron a Télam los informantes.

En paralelo, en la localidad de Villa Gobernador Gálvez, se reportó el asesinato a balazos de repartidor de hamburguesas, identificado como Hugo Orlando Villán (43), padre de cuatro hijos -de 2, 4, 8 y 10 años- y que también trabajaba como operario en el Frigorífico Paladini.

De acuerdo con las primeras averiguaciones, el hecho se registró alrededor de las 21.30 sobre la calle Piazza al 400, de esa localidad lindera al sur con la ciudad de Rosario, donde funciona un local de ventas de hamburguesas denominado ‘Burger House’.

Según las fuentes, Villán llegó al local a bordo de su moto para tomar el turno, cuando sorpresivamente fue atacado a balazos desde una camioneta color blanca con cuatro ocupantes que dispararon contra la fachada del comercio.

La víctima cayó herida en la calle y, tras ello, fue trasladada por sus compañeros de trabajo al hospital zonal Anselmo Gamen, aunque ingresó fallecida a raíz de los numerosos balazos que recibió.

“Él trabajaba en dos lugares porque quería terminar de construir su casita” dijo a la prensa local el padre de Villamil, visiblemente conmovido, al tiempo que pidió justicia para su hijo.

En tanto, en declaraciones a Radio2-Rosario, un compañero del repartidor contó que al momento del crimen estaban todos los demás trabajadores frente a la hamburguesería porque había versiones de que el dueño del comercio había recibido amenazas de que iban a balear el local.

“Pasó una camioneta blanca con cuatro hombres y, sin bajarse, tirotearon la hamburguesería justo cuando Hugo, nuestro compañero, llegaba e ingresaba al local para reportarse como lo hacemos todos los días. Llegó en el momento equivocado”, se lamentó el repartidor.

Más tarde, en una marcha en reclamo de justicia que se realizó en la plaza central de Villa Gobernador Gálvez, la viuda de Villán dijo que “lo mataron como a un perro”.

De la escena del crimen los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestraron 16 vainas servidas calibre 9 milímetros, un cartucho intacto y tres balas de plomo deformadas.

Asimismo, constataron 11 impactos de bala sobre la fachada del local y la moto de la víctima, una Corven 110 cc. color rojo que pertenecía a Villán y que fue secuestrada para pericias, detallaron a Télam las fuentes consultadas.

Ambos homicidios son investigados por el fiscal de homicidios de turno en Rosario, Adrián Spelta, quien ordenó varias medidas para identificar a los atacantes.

Esos hechos criminales se sumaron a una amenaza, dada a conocer hoy contra un establecimiento educativo del centro rosarino, que derivó en la suspensión de clases en la Escuela de Educación Secundaria Orientada Nº 411 Leónidas Gambartes y la Escuela Primaria Mariano Moreno, ubicadas una al lado de la otra, sobre la calle Paraguay al 1200, en pleno centro de Rosario.

Según las fuentes, una directiva de la escuela “Gambartes” recibió en su celular una amenaza de balacera contra la institución, hecho que fue comunicado al Ministerio de Educación de Santa Fe y denunciado ante el Ministerio Público de la Acusación.

A raíz de ello, las autoridades decidieron suspender el dictado de clases de forma preventiva, tanto en esa escuela como en la de al lado, en pos de la seguridad de los alumnos y de la comunidad educativa, mientras que el Ministerio de Seguridad dispuso una custodia policial en ambos establecimientos.

El caso es investigado por la fiscal de turno de la Unidad de Balaceras del Ministerio Público Fiscal de Rosario, Valeria Haurigot.

Al respecto, el ministro de la Gestión Pública de la provincia, Marcos Corach, consideró que en torno al caso “hay una operación montada” que vinculó a las elecciones que se celebrarán este año en el distrito.