#PhoTortul 3109
“Arriba las palmas”
Departamento Pocho – Córdoba
Enero de 2024

Que hay belleza en las palmeras ya no hay quien lo niegue. Máxime si uno se apoya en una, cierra los ojos, escucha el sonido del mar y toma un trago exótico hasta que un coco cae sobre la cabeza y, a decir de Vinicius De Moraes: “ve la tierra rodar”.

Pero no solo del mar o de los sitios tropicales viven las palmeras. De manera compulsiva, ya forman parte de la flora urbana de muchas ciudades (y #VCP no es la excepción) transplantadas con relativo éxito, distintas variedades de ellas, pululan en nuestas veredas, parques and paseos.

Pero hablemos hoy de… “La de acá’; la que tenemos en Córdoba. ¿A que si?!?
Vamos las palmas.

La Palmera Caranday (Trithrinax Campestris) es una planta de la familia de las arecáceas, natural del NOA y del Uruguay. Muy rústica, la Palma Caranday crece en zonas de suelos áridos, pedregosos y secos. Es distintiva por conservar pegados al tronco los restos de las frondas muertas, que van cayendo por gravedad, sin desprenderse del todo, lo que les da un aspecto característico.

Esas ‘barbas’ colgantes, que la hacen tan caracteristica, en ocasiones de los cada vez más habituales incendios forestales, termina siendo su ruina. He sido testigo presencial en la horrorosa quemazón por Caminiaga, Santa Elena, El Churqui y Rayo Cortado (apoyándome en la famosa chacarera del Cerro Colorado como ayuda memoria), como estallan al encenderse, lanzando bolas de fuego que se propagan sin pausa por el entorno, aun saltando los cortafuegos, dificultando la tarea de los abnegados bomberos.

La Caranday es una palmera que llega hasta los 6mts. de altura y posee un tronco que suele ladearse, de unos 20 a 25cm. de diámetro, sin contar con los restos de las frondas adheridas al mismo de los que ya mencioné.

Los cogollos suelen ser consumidos por el ganado. La colana (hebra que se obtiene de la hoja) se utilizó en alguna época como cerda para suela de ‘ushutas’, entre otros usos gauchezcos.

Recuerdo una vieja factoría de la marca Alpargatas en un paraje perdido del norte… y ya abandonada a su suerte, creo.

La fibra del tallo es empleada para elaboración de artesanías (sombreros, flores, muñecas, veladores) en los regionales de antes o a la vera del camino.

En la base de las hojas inferiores, se juntan hasta un centenar de flores hermafroditas (con perdón de la palabra) de color blanquecino o pardo de 10 a 12 mm. de diámetro. Florece en otoño, y los frutos maduran hacia el fin del verano siguiente; son drupas subesféricas, de color amarillo o pardo, de 1,5 a 2 cm. de diámetro, con el mesocarpio delgado y pulposo y el endocarpio membranoso. Esto último lo ‘afané’ arteramente sin entender… pero suena lindo.

Si llegaron hasta acá, sin aburrirse, les cuento que esta bella dupla de ‘Palmeras Caranday’ está a metros del cementerio de la localidad de Las Palmas, famosa por su bella capillita, en el oeste cordoobé, en el Departamento Pocho… y no puedo evitarlo: ¡Me acordé del Pocho Angeloz!!!

Si les gustó: batan palmas pero no se paren, que no llegó nadie.

#PalmaCaranday
#Autóctonas
#FloraDeCordoba