En la séptima noche de la celebración judía Janucá, un hombre irrumpió en la casa de un rabino en Nueva York y apuñaló a cinco personas, incluido el anfitrión.

El ataque fue calificado por el gobernador Andrew Cuomo como “un acto de terrorismo interno” y un nuevo ejemplo de “un cáncer estadounidense que está comiendo el cuerpo político” del país.

“Este es un momento intolerante de nuestro país. Vemos la bronca, vemos el odio explotar. Es un cáncer estadounidense que está comiendo el cuerpo político. Este es un acto de terrorismo. Creo que estos son terroristas domésticos. Están tratando de infligir miedo”, aseguró ante la prensa Cuomo al visitar la casa del rabino atacado, en Monsey, un pueblo del norte del estado de Nueva York.

Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin también condenaron rápidamente el ataque.

“Israel condena enérgicamente las recientes muestras de antisemitismo, incluido el despiadado ataque” de anoche, sentenció el premier, mientras que Rivlin se declaró “conmocionado e indignado por el terrible ataque” y alertó de que “el auge del antisemitismo no es sólo un problema judío” o del Estado de Israel.

“Debemos trabajar juntos para enfrentarnos a este mal, que vuelve a levantar la cabeza y es una amenaza real en todo el mundo”, precisó Rivlin en un comunicado.

Por el momento, no se sabe el nombre del atacante ni su motivación. Tampoco se conocen demasiados detalles del ataque.