Los trámites para reencontrarse son complicados de realizar y costosos. Desde el movimiento también señalan discriminación en algunos casos. Una carlospacense dio su testimonio de los obstáculos que tiene para reunirse con su compañero, oriunda de España.

Guada Gil, vive en Carlos Paz y su compañero Sergi Subirats en L’Estartit, Girona (España). En febrero decidieron comenzar una vida juntos. Pero la pandemia dejó trunco ese proyecto y actualmente la imposibilidad de concretar los tramites que solicitan en Migraciones, está complicando el reencuentro.

“El iba a venir a la Argentina entre marzo y abril, y desde que se cerraron las fronteras fue imposible reunirse”, contó la mujer, quien aseguró que ven “truncado” un proyecto de familia, por “el simple hecho de no estar legalmente casados, aunque hay casos que aún estando, hay cuestiones burocráticas que tampoco lo permiten”.

Y destacó que pasaron por diversas situaciones: “Hay momentos en que la distancia y el contexto te tira abajo y se vuelven complejos y sacan la esperanza de poder concretar un derecho humano, porque formar una familia lo es”.

Al igual que Guada, muchísimas personas por diferentes motivos, se encuentran en la misma situación de no poder reencontrarse con sus seres queridos. Los une la misma problemática y tristeza y por eso se fueron convocando y armaron el movimiento “Amor no es turismo”.

Hace unos meses, la pareja se sumó al movimiento mundial “Amor no es Turismo” y comenzaron a informarse sobre los trámites que se deben hacer.

“El consulado español en Córdoba no solo atiende a nuestra Provincia, sino a varias, y eso hace demorar el trámite. Sumado a eso había que presentar el acta de convivencia, lo que implica convivir un año. Nosotros somos pareja binacionales y no llegamos a convivir esa cantidad de tiempo”, señaló.

Y agregó que la otra opción, es recabar prueba para probar que tienen una relación “donde queda expuesta toda nuestra vida privada”. La mujer contó también que se complica más, cuando hay hijos.

En este marco, también apuntó que de alguna forma “se amplía una brecha” porque se debe gastar mucho dinero, no hay medios de transporte y los trámites son costos y “nada nos garantiza que mi compañero pueda ingresar al país”.

Derecho migratorio “ausente”

Guada, comentó que desde que iniciaron la búsqueda del reencuentro, “están deambulando de trámite en trámite”. Con la situación de pandemia, para la mujer, el derecho migratorio “dejó de serlo”.

La situación se empeora cuando hay parejas que no están casadas o no tienen un acta de convivencia, lo que hace “recortar las libertades”, dijo.

Lorena Lima Pertusati, reside en Argentina desde hace 35 años y también forma parte del movimiento “Amor no es Turismo” y contó que hay dos nuevas disposiciones desde Migraciones para ingresar a la Argentina para visitar familiares o parejas.

“Una de ellas es optando por reunificación familiar o pagando una tasa consular como turista”, indicó la mujer, quien dijo estar casada con una persona de origen musulmán y se le “niega y cajonea” el expediente hace más de tres años.

“Los consulados informan de una manera y Migraciones de otra. Pedimos pautas reales, que se pongan de acuerdo con Cancillería para que unifiquen la misma información, se atiendan todos los casos y no solo los europeos”, mencionó.

Y describió que es “muy costoso poder concretar el trámite, hay que tener en cuenta el valor de la tasa migratoria, el vuelo, hacerte un PCR en tu país de origen y al ingresar”. Para lograrlo hay que “ser millonario”, dijo.

Otro problema se da con las parejas diversas a las que les dijeron que si no tenían ninguna validación de su unión, para Migraciones “eran solos amigas en Argentina y la solicitud iba a ser rechazada, lo cual es totalmente discriminatorio”, terminó contando.