Estados Unidos invirtió -o gastó- unos US$ 145.000 millones a lo largo de 20 años en Afganistán en un “programa de reconstrucción” del país, sumado a unos más de US$ 2 billones en la guerra. Pero gran parte del dinero utilizado para la “reconstrucción” terminó siendo despilfarrado en inversiones inútiles o fantasmas. La CNN recopiló la información de 10:

1) Electricidad para Kabul
En 2007 se puso en marcha la central eléctrica de Tarakhil que funciona con turbinas alimentadas con diésel. El problema es que Afganistán tiene escaso acceso al combustible propio por lo que anualmente se estimó un gasto de US$ 245 millones para adquirir diésel, por lo cual la usina quedó inutilizada.

2) Una flota de aviones de carga voló un año
En 2008, el Pentágono compró 16 aviones para despegar y aterrizar en pistas difíciles. Por falta de mantenimiento y seis años después de su adquisición, el conjunto completo de aviones se vendieron como chatarra por US$ 40.257 dólares. El costo del proyecto había sido de US$ 549 millones de dólares.

3) El cuartel general de los infantes de marina en el desierto que nadie quería y nadie usó
En 2010, los infantes de marina estaban aumentando el número de tropas en Helmand, la zona más peligrosa de Afganistán. Se ordenó la construcción e un centro de mando y control en la base principal de Camp Leatherneck como parte de ese esfuerzo, aunque Sopko recordó que el comandante de la base y otros dos generales de los marines dijeron que no era necesario porque no se terminaría lo suficientemente rápido.

La instalación costó US$ 36 millones, nunca fue usada, el Campamento Leatherneck fue entregado a los afganos, que lo abandonaron.

 

4) US$ 28 millones para un patrón de camuflaje inapropiado
En 2007, se encargaron nuevos uniformes para el ejército afgano. El ministro de defensa afgano Wardak dijo que quería un patrón de camuflaje poco común y utilizado en zonas de bosques frondrosos, “Spec4ce Forest”, de la empresa canadiense HyperStealth.

Se pidió un total de 1,3 millones de conjuntos, que costaban entre US$ 43 y US$ 80 cada uno, frente a los US$ 25-30 estimados originalmente para los uniformes de reemplazo. Los uniformes nunca fueron probados o evaluados en el campo, y solo un 2,1% del territorio de Afganistán tiene bosques.

5) US$ 1,5 millones diarios en la lucha contra la producción de opio
Estados Unidos gastó US$ 1,5 millones diarios en programas de lucha contra el narcotráfico (desde 2002 hasta 2018). La producción de opio según los informes aumentó en 2020 un 37% respecto al año anterior.

6) US$ 249 millones en una carretera incompleta
Una extensa carretera de circunvalación alrededor de Afganistán fue financiada por múltiples subvenciones y donantes, por un total de miles de millones durante el transcurso de la guerra. Hacia el final del proyecto, se entregaron US$ 249 millones a contratistas para la construcción de un tramo de 233 kilómetros en el norte, entre las ciudades de Qeysar y Laman. Pero solo se construyó un 15% de esta carretera.

7) El hotel de US$ 85 millones que nunca se inauguró
Junto a la embajada de Estados Unidos en Kabul se encargó un extenso complejo de hoteles y apartamentos, para el cual el Gobierno estadounidense aportó US$ 85 millones en préstamos. Pero los edificios nunca se terminaron de construir.

8) El fondo que gastó más en sí mismo que en Afganistán
El Pentágono creó el Grupo de Trabajo para Operaciones Empresariales y de Estabilidad (TFBSO), ampliado de Irak a Afganistán en 2009, para cuyas operaciones en Afganistán el Congreso reservó US$ 823 millones.

Más de la mitad del dinero realmente gastado -US$ 359 millones de un total US$ 675 millones- se “gastó en costos indirectos y de apoyo, no directamente en proyectos en Afganistán”, concluyó una auditoría.

La auditoría también concluyó que el fondo gastó unos US$ 6 millones de dólares en apoyar a la industria de la lana de cachemira, US$ 43 millones en una estación de gas natural comprimido y US$ 150 millones en residencias de alta gama para su personal.

9) El centro sanitario en el mar
Un informe de 2015 sobre la financiación de instalaciones sanitarias en Afganistán afirmaba que más de un tercio de los 510 proyectos para los que habían recibido coordenadas no existían en esos lugares. Trece “no estaban ubicados en Afganistán, con uno situado en el mar Mediterráneo”. Treinta “estaban ubicados en una provincia diferente a la que USAID informó”.

Y “189 no mostraban ninguna estructura física a menos de 120 metros de las coordenadas comunicadas. Algo menos de la mitad de estos lugares no mostraban ninguna estructura física a menos 800 metros de las coordenadas comunicadas”.

10) Al menos US$ 19.000 millones perdidos por “despilfarro, fraude y abuso”
Un informe de octubre de 2020 presentaba un costo total sorprendente para la guerra. Hasta ese fecha el Congreso de Estados Unidos había destinado US$ 134.000 millones desde 2002 para la reconstrucción de Afganistán.

El SIGAR -ente de control- pudo revisar US$ 63.000 millones, casi la mitad. Llegaron a la conclusión de que US$ 19.000 millones, casi un tercio, se “perdieron por despilfarro, fraude y abuso”.