A pesar de que la mayoría de los sectores se flexibilizaron, y se les dio apertura para reiniciar la tarea, los efectos de la pandemia se hacen notar más que nunca. Tal es el caso de los taxistas, que aunque vienen trabajando desde el inicio, el ingreso se redujo a la mitad.

El presidente de los permisionarios de Taxis de Villa Carlos Paz Adrián Ferreyra, señaló que están trabajando en “un 50 por ciento”, mucho menos de lo que habían proyectado. “Nos desfavoreció como a todos los sectores esta pandemia y no contar con los turistas, que en esta época ya llegan, no ayuda”.

Destacó que más allá de que el transporte urbano de pasajeros no esté funcionando, la gente no utiliza más el servicio de taxis como se considera en el imaginario social. Por el contrario, dijo que las personas “no tienen dinero para tomarse un taxi para ir y volver. Por ejemplo aquellos que iban a hacer las compras y usaban el colectivo para ir hasta el súper, y luego se volvían en taxi, directamente no salen”.

Y dijo que dicha situación, hasta se torna “perjudicial” para ellos, ya que directamente optan por el almacén del barrio para hacer compras o dirigencias y se juntan entre vecinos para viajar y compartir los gastos. Contó que la mayoría de los viajes son cortos, y se usan los taxis para algunas emergencias.

Apuntó que con el cierre de los comercios, a partir de las 20 “no queda nadie en la calle; necesitamos de la visita del turista, porque ya lo sentimos. De seguir así, vamos a estar más complicados”.

Entre las complicaciones, señaló que actualmente “se redujo el trabajo de los choferes, van rotando. A la noche no hay movimiento y resulta imposible sostenerlo las 24 horas del día, ya que no hay trabajo, y por eso se dividieron los turnos”.

 

Intranquilidad

Señaló que el sector está preocupado por una nueva modalidad que surgió en la pandemia. Y destacó que mucha gente ante la falta de trabajo ofrece por las redes sociales el servicio de traslado no solo para hacerlo en la ciudad, sino para ir a Córdoba.

“Lo hacen de manera irregular, sin autos autorizados y con precios que no podemos competir, ya que ellos no deben pagar impuestos, ni a choferes”, expresó.

Temores

Por la pandemia y la declaración de la cuarentena, muchos choferes decidieron dejar de trabajar durante los dos primeros meses “porque tenían miedo”, comentó. Lo hizo “más del 50 por ciento y ahora hay un 80 por ciento trabajando; hay mucha gente mayor de 60 años manejando y son los que deciden quedarse en su casa”.

Señaló que cuando piden un taxi, la mayoría de las personas solicitan que manden vehículos con el divisor en el medio y que el chofer use barbijo, “situación que se da siempre porque se respeta al cien por ciento el protocolo”.