El actual lateral del West Ham y ex Selección Argentina, Pablo Zabaleta, contó una anécdota que bien podría integrar el podio en las referidas al astro argentino.

En el programa de TyC Sports, Presión Alta, el compañero de Messi desde los combinados juveniles argentinos contó una de las mejores anécdotas que hay del “10”, la cual sucedió en Barcelona al poco tiempo que ambos recalaron en aquella ciudad.

Uno en Barcelona y el otro en Espanyol, ambos acostumbraban a cenar dos o tres veces por semana en un restaurante argentino y, luego de cada comida, era Pablo el encargado de llevar a “Lio” a su casa ya que éste no manejaba por su corta edad.

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Son días complicados para todo el mundo. Vivimos preocupados por lo que está ocurriendo y queremos ayudar poniéndonos en el lugar de aquellos que peor lo están pasando, o bien porque les afectó directamente a ellos o sus familiares y amigos, o porque están trabajando en primera línea para combatirlo en hospitales y centros de salud. Quiero enviarles mucha fuerza a todos ellos. La salud debe ser siempre lo primero. Es un momento excepcional y hay que seguir las indicaciones tanto de las organizaciones sanitarias como de las autoridades públicas. Sólo así podremos combatirlo de manera efectiva. Es el momento de ser responsable y quedarse en casa, además es perfecto para disfrutar ese tiempo con los tuyos que no siempre se puede tener. Un abrazo y ojalá consigamos darle vuelta a esta situación cuanto antes. #QuedateEnCasa #StayAtHome

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“Leo se había comprado una casa en Casteldefels, en las afueras de Barcelona, y tenía un departamento en la ciudad. Un día salimos a tomar algo y, cuando nos subimos al auto, cabeceó y se quedó dormid. Le digo: ‘Leo, ¿dónde te llevo?’. ‘A mi casa’, me contestó. ‘¿A Casteldefels?’, le volví a preguntar. ‘Si, si’, me respondió. Yo vivía en Barcelona y ahora tenía que ir hasta Casteldefels con la responsabilidad de tener a Messi al lado mío. ¡Tenía 80 palos verdes al lado!”, relató.

“Arrancamos para Casteldefels y, cuando llegamos, lo despierto y me dice: ‘Te dije a mi casa’, a lo que le respondí que me había dicho a Casteldefels. ‘No, a la casa de Barcelona. Acá no hay nadie y quiero ir con mi viejo’, me contestó. Pegamos la vuelta y otra hora más yendo para un lado y el otro con la responsabilidad de tenerlo al lado. Pero qué iba a hacer, ¿lo iba a dejar tirado?”, agregó uno de los mejores amigos que le ha dado el fútbol a Messi.