El clima en Córdoba viene dando pelea y diciembre no está ayudando a planificar nada al aire libre. Chaparrones repentinos, tormentas aisladas que descargan en un barrio y pasan de largo en otro, y pronósticos que cambian en cuestión de horas. Así están siendo estas jornadas previas a las fiestas, con alertas que a veces se cumplen y otras no tanto, complicando incluso el trabajo del Servicio Meteorológico Nacional.
Para este martes, el escenario vuelve a ser pesado. Si bien la temperatura máxima oficial ronda los 28 grados, a las 9 de la mañana el termómetro ya marcaba 27° en el centro de la ciudad, lo que anticipa una tarde que probablemente supere los 30 grados, con alta humedad y sensación térmica agobiante. Además, hay alrededor de un 40% de probabilidad de tormentas aisladas hacia la tarde.
Miércoles 24: Nochebuena con alerta amarilla
El miércoles 24 se presenta con condiciones similares. La mañana será fresca, con una mínima cercana a los 17 grados, pero el calor irá ganando terreno durante el día, en una jornada parcialmente nublada, con una máxima estimada en torno a los 32 grados.
Las probabilidades de chaparrones vuelven a aparecer por la tarde, pero el foco está puesto en la noche. Para el Valle de Punilla rige un alerta amarillo por tormentas para las últimas horas del día.
Según el aviso oficial, el área podría ser afectada por tormentas de variada intensidad, algunas localmente fuertes, con abundante actividad eléctrica, ráfagas que podrían superar los 70 km/h, granizo ocasional y lluvias intensas en cortos períodos. Los acumulados previstos oscilan entre 30 y 60 milímetros, con posibilidad de superarse de forma puntual.
Entonces… ¿mesa adentro o afuera?
Si nos guiamos por el pronóstico oficial y el comportamiento del clima en los últimos días, todo indica que este 24 conviene armar la mesa adentro. Las chances de que la noche termine pasada por agua son altas, y el riesgo de que una tormenta arruine los planes al aire libre está más que latente.
Como viene ocurriendo este diciembre, el clima decide sobre la marcha, pero esta vez la recomendación es clara: mejor prevenir que correr las sillas a último momento.





