La Unidad Fiscal Especial que investiga el femicidio de 1Nora Raquel Dalmasso, ocurrido el 25 de noviembre de 2006 en Río Cuarto, concluyó la etapa de investigación y solicitó formalmente la elevación a juicio del proceso con un imputado señalado tras análisis genéticos. La medida fue notificada este lunes tanto a la defensa técnica como a la familia de la víctima, constituida como querellante particular.
El avance de la causa, que estuvo prácticamente estancada durante casi dos décadas, se logró tras nuevos peritajes científicos y análisis de ADN sobre indicios recolectados en la escena del crimen. Estos estudios permitieron identificar un perfil genético compatible con el de un hombre que ahora figura como principal sospechoso e imputado.
Quién es el imputado
El nuevo imputado es Roberto Bárzola, un hombre que trabajaba como pulidor de pisos en la casa de Dalmasso en el barrio privado Villa Golf de Río Cuarto al momento del homicidio, según fuentes judiciales. Bárzola había declarado en la causa en múltiples oportunidades como testigo, pero tras el avance de las pericias genéticas fue citado nuevamente y formalmente imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte.
El Ministerio Público Fiscal destacó que las coincidencias genéticas surgidas del cotejo del ADN extraído del cinto de la bata con la que se estranguló a Dalmasso y otras muestras halladas en el cuerpo de la víctima fueron clave para identificar a Bárzola como sospechoso.
La investigación y el pedido de elevación a juicio
La investigación actual se inició formalmente el 15 de octubre de 2022, con el objetivo de identificar a quienes pudieron haber participado del crimen que conmocionó a Córdoba y al país. En el comunicado oficial, la Fiscalía explicó que se receptaron declaraciones, se ordenó la totalidad de la prueba requerida por las partes y se integró el mérito acusatorio, lo que habilita el paso a la fase de juicio oral.
La Unidad Fiscal agradeció el aporte del Centro de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba, la colaboración del National Center for Forensic Science, de la Universidad de Florida (EE. UU.), y la contribución de la Sección de Investigación de la Policía Judicial de Córdoba, instituciones clave para el avance de la pesquisa.





