Con BUE, Martín Caparrós vuelve a desafiar los límites de la narrativa y propone un retrato literario de Buenos Aires tan vasto y contradictorio como la propia ciudad. Publicada por Penguin Random House, la obra condensa un siglo de historias, voces y personajes que se cruzan en una metrópolis siempre cambiante, donde la multitud y la intimidad conviven a cada paso.
“BUE es la ciudad de Buenos Aires hecha novela”, define la editorial. Y no es una exageración: Caparrós construye un fresco ambicioso, desbordante de vida, que recorre barrios, épocas y destinos. En ese entramado aparecen docenas de personajes que representan las múltiples capas de una urbe que se reconoce —y se desconoce— a sí misma.
El escritor Daniel Guebel, en El País, sintetizó la magnitud del proyecto: “Martín es nuestro Balzac. Nadie como él ha hecho tanto ni ha llegado tan lejos, tan cerca de lo que quiso ser”.
La ciudad, algo único
La novela parte de una premisa simple pero poderosa: “No hay nada más único y más diverso que una ciudad”, plantea Caparrós. Desde esa mirada, BUE explora cómo millones de desconocidos se rozan y se transforman mutuamente, compartiendo esperanzas, frustraciones y un mismo paisaje urbano que moldea identidades.
Reconocido por su obra ensayística y periodística, el autor de El hambre y Ñamérica confirma en BUE su capacidad para narrar el mundo desde lo particular. “La obra de Caparrós es rica y ambiciosa, una empresa arriesgada que debe ser conocida”, escribió Juan Goytisolo.
Otros críticos también destacaron la potencia de su mirada: “Dicen que si uno ha leído a Caparrós, uno sale otro. Uno muy lleno de dudas”, apuntó Omar Rincón, de la Fundación Gabo. Para Jorge Carrión, de Infobae, “es el escritor en español que más y mejor ha narrado, en las medidas de lo posible, el mundo entero”. Y Enric González, desde la Cadena SER, lo definió sin rodeos: “Desde hace tiempo, es el mejor periodista en lengua española”.
Con BUE, Caparrós vuelve a poner a Buenos Aires en el centro de la literatura latinoamericana, haciendo de su caos y su belleza un territorio narrativo inagotable.





