Un equipo argentino-francés descubrió restos humanos y herramientas asociadas a fauna extinta, con dataciones que alcanzan los 50 mil años de antigüedad. El hallazgo, en Antofagasta de la Sierra, podría cambiar lo que se sabe sobre la llegada del ser humano al continente.
En lo alto de la Puna catamarqueña, a casi 3.800 metros de altura, la Cueva Cacao vuelve a poner a la provincia en el centro de la ciencia mundial. Una misión conjunta de investigadores argentinos y franceses halló en ese sitio arqueológico restos humanos, artefactos líticos y huesos de megafauna extinta, que según las primeras dataciones podrían tener entre 40 y 50 mil años de antigüedad.
Los trabajos se desarrollan en el marco de un proyecto interdisciplinario que reúne a especialistas del CONICET, la Universidad Nacional de Catamarca y del CNRS de Francia, entre otros organismos. Según los investigadores, los materiales fueron hallados en estratos profundos y bien conservados, en un contexto que sugiere una ocupación humana muy anterior a la que hasta ahora se consideraba posible en Sudamérica.
Evidencias que desafían la cronología conocida
Entre los hallazgos más destacados se encuentran herramientas de piedra tallada, fragmentos óseos de grandes mamíferos ya extinguidos —como perezosos gigantes y caballos prehistóricos— y mechones de cabello humano, sometidos a análisis de datación por carbono. Los resultados preliminares ubican la presencia humana en la zona hace al menos 39 mil años, aunque algunos estudios elevan esa cifra hasta los 50 mil años.
Si estas dataciones se confirman, Cueva Cacao se convertiría en uno de los sitios arqueológicos más antiguos del continente, lo que implicaría que el ser humano llegó a Sudamérica mucho antes de lo que indican los modelos actuales, que sitúan las primeras migraciones hace unos 15 a 20 mil años.
“Estamos ante evidencias que pueden cambiar nuestra comprensión sobre el poblamiento temprano del continente”, explicaron los investigadores, que aún trabajan en nuevas pruebas geoquímicas y estratigráficas para validar los resultados.
Ciencia, patrimonio y orgullo catamarqueño
El hallazgo también tiene un fuerte impacto simbólico para la provincia. La Cueva Cacao ya era reconocida por su arte rupestre y su valor arqueológico, pero ahora se posiciona como un punto clave para entender la historia de nuestra especie.
El gobernador Raúl Jalil visitó el sitio y destacó la importancia del proyecto: “Catamarca vuelve a estar en el mapa mundial de la ciencia. Vamos a seguir acompañando este trabajo que une conocimiento, patrimonio y orgullo catamarqueño”.
Los equipos científicos continuarán con las excavaciones y estudios complementarios en los próximos meses. Mientras tanto, la comunidad científica internacional sigue de cerca lo que ocurre en este rincón de la puna argentina, donde una cueva silenciosa podría estar revelando el capítulo más antiguo del ser humano en América.






