El fin de semana largo por el Día del Padre no logró revertir la tendencia negativa que viene golpeando al comercio del centro de Villa Carlos Paz. Así lo expresó Claudio Manassero, comerciante y referente del sector en la zona céntrica con su local #VCP, quien aseguró que el movimiento fue escaso y que las ventas se ubicaron muy por debajo de las expectativas.

“El finde fue muy tranquilo, con muy poca gente. Para lo bajo que viene todo, parece un respiro, pero fue mínimo. Se vendió la mitad de lo que se vendió para esta misma fecha el año pasado”, explicó Manassero en una entrevista que brindó a Canal 2 de Carlos Paz Televisión.

Manassero remarcó que la situación se agravó desde abril y que los meses de mayo y junio se volvieron especialmente críticos. “La caída de consumo es muy fuerte. A esto se le suman costos que siguen subiendo sin parar. Es un combo muy difícil para sostenerse”, dijo el comerciante

“Como en pandemia”

Según detalló, los comerciantes de la zona están muy preocupados por el bajísimo nivel de actividad entre semana: “Un colega dijo algo que lo resume todo: de lunes a jueves, esto parece pandemia. Hay locales que ni siquiera abren caja, directamente trabajan a pérdida”, subrayó.

Además del impacto económico, Manassero señaló que aumentó la percepción de inseguridad en el centro. “Hay muchísimos vendedores ambulantes, grupos en situación de calle y prácticamente nula presencia policial. El sábado a la noche hubo una pelea entre unos 50 chicos en Plaza de los Artesanos, y nadie intervino”, denunció.

Costos de alquiler

Otro de los factores que golpean al comercio es el aumento de los alquileres de los locales comerciales céntricos. “Muchos están enfrentando renovaciones con precios imposibles. Entiendo que los propietarios también necesitan recuperar algo, pero hoy hay muchos negocios que no lo pueden sostener”, analizó.

También hizo hincapié en la falta de herramientas financieras: “Antes, con el aguinaldo, alguien podía sacar un crédito para moverse un poco. Hoy los créditos son impagables y eso limita aún más la capacidad de compra de la gente”, precisó.

Julio, un posible respiro

De cara al futuro inmediato, Manassero confía en que las vacaciones de invierno puedan traer algo de alivio: “Julio siempre es un mes más movido. Pero después vienen agosto y septiembre, que suelen ser tan crueles como estos últimos meses. Hay que aguantar, bajar costos y ver cómo sobrevive cada uno”.

Pese al difícil escenario, valoró el esfuerzo de los comerciantes para sostener la actividad: “Lo positivo es que seguimos en contacto, tratando de ayudarnos entre todos. Pero es evidente que el contexto actual nos pone a prueba como pocas veces”, dijo.

Foto: Luis Tórtolo