Cerca de las tres de la madrugada del domingo en Nueva Córdoba, un menor de 17 años quería comprar bebidas alcohólicas en un kiosco y el propietario se lo negó por su edad.

En ese entonces, el joven comenzó con agresiones verbales y materiales, por lo que para tranquilizarlo, el dueño accedió a venderle una botella de vino.

Cuando el joven se retiraba, se le cayó la botella al piso y decidió volver al quiosco para exigir que le vendan otra, a lo que el quiosquero se volvió a negar y el joven comenzó a golpear los vidrios y puertas del local, provocando destrozos.

Allí se informó a la policía quien logró detenerlo, aunque fue liberado a las pocas horas.

“Estaba drogado, seguro. Se le quebró un dedo, estaba ensangrentado y no lo podíamos parar. El episodio duró más o menos 45 minutos y nunca vino un móvil. Rompió vidrios y pudo hacer más. Levantó rejas y rompió cosas adentro del local”, manifestó Emanuel, dueño del local.

 

Además, el encargado del kiosco contó que pese a los daños y a que el vidrio aún no fue repuesto, continuaron trabajando durante el fin de semana y se dieron con la sorpresa de que el joven se presentó nuevamente, a comprar un alfajor.

“Trabajamos el domingo. Vino el muchacho a querer comprar un alfajor y a solicitarnos nuestros datos porque está lastimado. dice que nosotros lo quebramos, cuando fue al revés. Hay muchos testigos de eso”, indicó sorprendido.