En los países anglosajones, el día de mal agüero es el viernes 13, mientras que en los países latinos, el día es el martes. Las leyendas al rededor de este día abundan.

Muchos hoteles omiten poner ese número en la puerta de la habitación, o en las filas de los aviones, salteándoselo como si no existiera. Muchas personas eligen no realizar ningún tipo de negocio los días 13. Inclusive cumplen al pie de la letra el lema “no te cases ni te embarques”: por ejemplo, desde el registro civil de Carlos Paz, señalaron que no hay ningún casamiento programado para hoy.

Los martes 13 tradicionalmente se han asociado a la mala suerte, ¿pero cuál es el origen de esta mala fama? Las explicaciones son múltiples: una de las principales teorías señala que la caída del imperio romano en Constantinopla ocurrió un martes 13 del año de 1453, que supuso un duro golpe para las potencias cristianas. En dicho día se produjo un eclipse lunar y un fuerte temporal evitó que el imperio recibiese apoyo.

Por otra parte, las teorías religiosas señalan a los apóstoles que asistieron a la última cena en la que Judas, el traidor, era considerado el número 13. También eran 13 los espíritus malignos en la Kabbalah judía y fue en el capítulo 13 del Apocalipsis donde llegó el anticristo. Marte además, es el dios romano de la guerra y símbolo de la destrucción.

También existen algunas creencias que afirman que el martes 13 se produjo la confusión de las lenguas en la Torre de Babel. Es por esta razón que muchos expertos concluyen que tan extendido temor parece estar relacionado, casi en su totalidad, con creencias religiosas, mitológicas y leyendas históricas.

Aunque parezca increíble, también existen quienes lo toman como un día de oportunidades y buena suerte y apuestan a ese número en los juegos de azar. Pese a todo, más allá de leyendas, no hay ninguna evidencia científica que señale que el martes 13, ni el viernes 13, como días de buena o mala suerte.