La imagen del perfil de Whatsapp de Carlos Vidosa está partida en dos: en la parte izquierda está Ingrid con su especial sonrisa; en la derecha, un mural con la frase: “Se oirá tu voz”.

El 25 de agosto pasado se cumplieron 7 años del crimen de Ingrid Vidosa. Ocurrió en Cerro de la Cruz y su expareja, Marcos Hayes, fue condenado a cadena perpetua por el femicidio.
Carlos asegura que la vida le presentó el desafío de acompañar el crecimiento de su nieta, la hija de Ingrid, en medio del duelo por su crimen.

“Siempre digo; salimos de esta cuestión, la más fea que a un padre le puede llegar a suceder. Y hay que aprender a vivir con el dolor”, dice en un reportaje concedido a Carlos Paz Vivo.

“Nunca se aprende del todo a vivir con el dolor pero el tiempo hace que uno se acostumbre a llevarlo”, expres.

Carlos asegura que los hombres deben aprender a escuchar la palabra no. “Cuando nos dicen que no, la realidad es que es no. Pero nadie tiene tolerancia, nadie entiende cuando algo se termina y seguimos viviendo en un machismo que está presente cada día más”, asegura y agrega: “Creo que ha sido desde siempre así pero hoy se le está poniendo freno de alguna manera. Pero a su vez parece que está de moda asesinar a quien te dice que no”.

Carlos afirma que la resolución judicial del caso del femicidio de Ingrid lo dejó conforme y agradeció el rol de su abogado, Carlos Nayi, que asumió la representación de la querella.
“Como profesional y como ser humano para mí es una persona excelente”, enfatizó.

Recordar a Ingrid

El recuerdo de Ingrid lo acompaña cada día y su sonrisa está en cada momento acompañándolo.

“La recuerdo con su sonrisa siempre presente, con su forma de ser tan hermosa y sus ganas de vivir y hacer cosas”, dice Carlos. Y agrega: “Algunos días pienso en lo que podría haber sido su vida pero hoy me toca vivir en la ausencia y recordándola.

Tras atravesar los primeros meses después el crimen de Ingrid, a Carlos y a la mamá de la joven les costó mucho trabajo y trámites interminables hacerse de la tenencia de su nieta.

Fue un nuevo calvario en el que la Justicia no se fijó mucho en quiénes eran las víctimas y quiénes los victimarios.

“La justicia que fue muy cruel con nosotros que vivimos todo ese proceso con mucho dolor y con mucho esfuerzo. Y nos enfrentamos a instituciones que deberían habernos preguntado cómo estábamos ante tanta tragedia porque somos realmente víctimas de todo esto”, expresó.