Esta sensación instalada de que este año fue un período de muchas lluvias, y si bien el nivel del embalse del San Roque no tuvo que afrontar bajantes críticas como en años anteriores, durante noviembre el lago bajó casi un metro.
33,59 metros fue la marca con la que el San Roque comenzó el mes de noviembre, nivel que fue descendiendo paulatinamente hasta llegar a los 32,76 metros del 7 de diciembre, a tan sólo 17 centímetros de descender 1 metro en ese lapso. Una bajante muy importante teniendo en cuenta la gran cantidad de lluvias que regaron la región durante noviembre y principios de diciembre.
Según señalaron los especialistas, el tema no es preocupante, pero faltan lluvias en la cuenca alta, ya que el río San Antonio y el Cosquín tienen un nivel bajo para la época del año.