Natal, Porto do Galinhas, Pipa y Jericoacoara son sólo algunas playas de las más de 130 del nordeste brasilero afectadas con manchas de petróleo en los últimos días.

El gobierno brasileño continúa investigando la procedencia de las misteriosas manchas que, para el presidente Jair Bolsonaro, es un acto criminal: “Es un volumen de crudo no constante. Si se tratase de un barco que naufragó seguiría saliendo petróleo. Parece que algo fue lanzado criminalmente al mar” dijo en un breve encuentro con periodistas en Brasilia.

Una investigación inicial señala que el material que contamina las playas tiene el mismo origen, pero aún no es posible decir de dónde vendría. Petrobras confirmó que es petróleo crudo, que no se produce en Brasil.

La cantidad de manchas hizo que el gobierno decretara un estado de emergencia y recomendó a la población que no usara las playas afectadas.

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