En el barrio Colinas de Villa Carlos Paz, en el sector Las latitas, un proyecto nacido de la gratitud se ha convertido en un pilar fundamental para cientos de familias. El merendero “Solecitos Naranjas“, liderado por Silvia Suárez, es mucho más que un lugar para recibir una taza de leche o un plato de comida; es un refugio de contención, apoyo y esperanza que asiste a más de 137 niños, niñas y sus familias en situación de vulnerabilidad social.
La historia del merendero comenzó hace 16 años como un gesto de agradecimiento de Silvia a la comunidad que la apoyó cuando más lo necesitaba. Lo que empezó con una merienda para siete niños, creció hasta convertirse en una institución que brinda asistencia integral, incluyendo apoyo escolar, talleres recreativos y la entrega de alimentos y ropa a quienes más lo necesitan.
A lo largo de los años, “Solecitos Naranjas” ha organizado numerosas campañas solidarias para responder a las necesidades de la comunidad, como colectas de alimentos para cenas especiales en fechas festivas, como la Navidad y “Noche de Reyes”, donde buscan a “padrinos y madrinas” para poder ofrecer comida digna a cientos de personas, entre niños y adultos.
Incluso durante los momentos más difíciles, como la pandemia por coronavirus del 2020, el merendero adaptó su funcionamiento para no dejar de asistir a las 85 familias que dependían de su ayuda, entregando bolsones de alimentos no perecederos y manteniendo el vínculo con los vecinos.
El trabajo incansable de Silvia y su equipo de colaboradoras, muchas de las cuales son madres que en su momento recibieron ayuda y hoy la devuelven, es sostenido gracias a la solidaridad de la comunidad. “Hay algunas mamás de niños que empezaron viniendo y ahora colaboran”, contó Silvia en entrevista con Mentes Inquietas, destacando el círculo virtuoso de ayuda que se genera en el barrio.
La institución se nutre de las donaciones de vecinos, panaderías, organizaciones como los Veteranos de Malvinas y grupos de jóvenes solidarios y del Club Lechero de Carlos Paz. También recibe el apoyo permanente de Zakat Internacional y del Banco de Alimentos.
“A pesar de ser un momento de extrema dificultad económica el que estamos viviendo actualmente, Solecitos tiene una organización sólida que permite dar asistencia alimentaria cumpliendo con lo que tenemos previsto, y estamos sumando cada vez más colaboración”, expresó Silvia.
Su labor demuestra que la solidaridad y la organización barrial son herramientas poderosas para transformar la realidad y construir un futuro más justo para los más pequeños.
Los lunes brindan merienda y miércoles y viernes también entregan la cena. “Tenemos una red solidaria impresionante. Además, hoy por hoy contamos una huerta que sostenemos con mucha constancia, que fue organizada por Zakat Internacional”, manifestó Silvia.
Consultada por su deseo más grande como fundadora de Solecitos Naranjas, expresó: “Mi deseo más profundo es que los niños y la gente que hoy acude al merendero, dejen de asistir por necesidad y vayan para pasarla bien, para compartir actividades culturales, como sucede en un centro cultural”.
Para colaborar con el merendero y conocer sus necesidades actuales, los interesados pueden comunicarse al teléfono (3541) 209682.