El número de muertos desde la madrugada hasta ahora, cuando las autoridades dieron cuenta de la “recuperación” de la cárcel varía levemente según informa el Ministerio del Interior, la Policía o la Fiscalía.
En la red Twitter, la Fiscalía dijo que “hasta el momento se cuentan 43 internos fallecidos”, aunque el titular de Interior, Patricio Carrillo, bajó ese número en apenas dos y habló de 41 muertos.
Desde el mismo penal, carrillo detalló además que la Policía recapturó a 112 reos y que busca a otros 108 fugados, después de una serie de enfrentamientos en el pabellón de máxima seguridad.
La mayoría de los muertos fueron asesinados con armas blancas, y el Gobierno anunció un operativo de requisas intensas, identificación de cabecillas para trasladarlos a la cárcel de La Roca, en Guayaquil, y un censo en este centro carcelario.
Una primera revisión de pabellones permitió el hallazgo, según el sitio Primicias, de cuatro armas de fuego, cuatro granadas de uso militar y municiones.
El comandante General de la Policía, Fausto Salinas, atribuyó la responsabilidad del amotinamiento a un preso identificado con el alias de Anchundia, cabecilla del grupo R7, que había sido trasladado desde el penal de El Turi, en Cuenca.
“Por un habeas corpus fue enviado a la cárcel de Santo Domingo. La presencia de esta persona en esa cárcel genera pugna y violencia”, manifestó Salinas, que señaló que su grupo está enfrentado a otra banda llamada Los Lobos.
Desde Israel, a donde llegó para una visita centrada en cuestiones de seguridad y cooperación comercial, el presidente Guillermo Lasso se solidarizó con las víctimas de los enfrentamientos.