Por Noelia García Roñoni. Comprar tu propia casa, puede ser una de las decisiones más importantes de tu vida pero la falta de asesoramiento, la ausencia de un presupuesto concreto y el exceso de corazonadas puede llevarte al fracaso en tu próxima inversión.
1. Ignorar tu Presupuesto Real:
Antes de enamorarte de tu próxima casa o departamento tenés que tener muy en claro el presupuesto con el que contás para poder comprar o invertir. Si es que se trata de fondos propios existentes o que tengas que pedir un préstamo hipotecario, en todos los casos, afina bien el lápiz, al momento de sacar los números.
Se recomienda buscar una inmobiliaria con asesoramiento financiero ya que es necesario para que puedas planificar tu próxima compra, saber sobre los gastos por intermediarios, informes, escrituras, boletos de compraventa demás.
2. Siempre inspeccionar con técnicos especializados, aquella casa o departamento, que tenés pensado comprar:
Linda por fuera y un desastre por dentro, te suena? Para ganar en tranquilidad, siempre contratar a un profesional idóneo que puede inspeccionar la propiedad, sus instalaciones eléctricas, de gas, techos, paredes, espacios exteriores, etc.
No te quedes con lo que te dice el dueño, Inspeccionar siempre.
Buscar una inmobiliaria que cuente con un equipo de auxiliares que pueden ayudarte a revisar tu próxima casa o departamento.
3. Afuera las corazonadas! Acá hablamos de negocios.
No permitas que el corazón tome el control.
Evita siempre tomar decisiones, apresuradas y nunca aceptes el primer precio sin negociar.
Tómate tu tiempo y compara otras propiedades de la zona o de similares características.
4. SIEMPRE: investiga la zona y los documentos de la propiedad.
Cuándo compras una casa, compras un estilo de vida, ciertos vecinos, un lugar determinado, cerca de la montaña, del lago, del río, del centro , que mueve tu interés.
Es clave encontrar una inmobiliaria con un equipo que se encargue de revisar minuciosamente todos los documentos para asegurar que la propiedad esté libre de cargas y problemas legales.
5. Trabaja SIEMPRE con un CORREDOR INMOBILIARIO: muchas veces pensar en un intermediario automáticamente se lo asocia a un gasto extra pero la realidad es que si encontras un profesional matriculado con experiencia que te brinde confianza, asesoramiento y confidencialidad notarás que en la cuenta final hasta ganaste por ahorrarte dolores de cabeza por una negociación complicada, ya que muchas veces las negociaciones desgastan y estresan a las partes antes de concretar la compraventa. Las emociones, los egos y las personalidades están a flor de piel muchas veces y un buen corredor inmobiliario debe estar capacitado para hacer ese trabajo.
Hoy no solo vendemos propiedades, vendemos una visión, una experiencia. Los clientes ya no compran solo un espacio; compran la idea de un hogar, de un estilo de vida. Un corredor inmobiliario con alta inteligencia emocional puede entender las preocupaciones de sus clientes, identificar sus verdaderas necesidades y ofrecer soluciones. Es clave la empatía y la resiliencia para entender al cliente y ponerse en sus zapatos como también saber manejar las emociones propias para mantenerse enfocado en el éxito.
“La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero no olvidará cómo les hiciste sentir” · Maya Angelou
Hoy sabemos que el mercado está saturado de ofertas, publicidades, productos que se repiten en casi todas las inmobiliarias, muchos agentes ilegales, propiedades con valores altísimos y otras con problemas legales, vicios ocultos, etc. Por eso encontrar un profesional y un equipo que te asesore es clave para tu próxima inversión.