Bolivia vive este domingo una jornada electoral clave con un balotaje presidencial que enfrenta dos visiones de país muy distintas: Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge “Tuto” Quiroga, de la alianza Libertad y Democracia (Libre).
Ambos candidatos llegan al tramo final de la contienda en un clima político marcado por la necesidad de definir el rumbo internacional y económico del país.
Paz ha intentado reconstruir los vínculos diplomáticos con Chile y Estados Unidos, aunque sin romper de manera definitiva con el Movimiento al Socialismo (MAS) ni con los socios estratégicos de los últimos años, como China y Rusia.
Quiroga, en cambio, se mostró decidido a alinear a Bolivia de forma más estrecha con Estados Unidos e Israel, incluso tomando distancia de gobiernos como los de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Ambas campañas buscaron también el respaldo de Donald Trump ante organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, en un contexto en el que Bolivia procura mejorar su acceso al crédito externo.
Giro internacional
Durante las dos últimas décadas, el MAS promovió un fuerte acercamiento a China, Rusia e Irán, transformando a Beijing en uno de los principales socios financieros y comerciales del país. Los acuerdos incluyeron créditos blandos y asistencia técnica en sectores estratégicos, especialmente en la explotación del litio y el desarrollo energético.
Ese alineamiento se interrumpió con la llegada al poder de Jeanine Áñez, tras la renuncia de Evo Morales, cuando el país dio un giro diplomático: se rompieron relaciones con Cuba, Nicaragua e Irán, se cerraron embajadas y Bolivia se retiró del ALBA para incorporarse al Grupo de Lima. Con el regreso del MAS al gobierno bajo la presidencia de Luis Arce, esas decisiones fueron revertidas y el país volvió a acercarse a sus antiguos aliados.
En este nuevo escenario, los votantes bolivianos definirán si el país mantiene una política exterior equilibrada entre Oriente y Occidente o si toma un rumbo de alineamiento más firme con Washington y sus socios. El resultado del balotaje marcará el futuro inmediato de Bolivia tanto en materia económica como en su posicionamiento geopolítico.