Este lunes, la Asociación Bancaria reactivó su plan de lucha nacional contra el Banco Santander Argentina, en rechazo a la “política de despidos, retiros voluntarios forzados y recortes de derechos laborales”. La medida fue impulsada tras detectarse un aumento en desvinculaciones por telegrama y presiones para firmar retiros voluntarios en múltiples sucursales.
La jornada cuenta con asambleas obligatorias en las últimas dos horas de atención al público de este martes, extendiendo un estado de alerta y movilización en todas las oficinas del banco a nivel nacional. El gremio advirtió que, de continuar sin respuesta, incluirá asambleas de tres horas el 15 de julio y una movilización masiva a la Embajada de España el 17 de julio, como parte de un calendario progresivo.
Según los trabajadores, el banco, controlado por su casa matriz en España, habría lanzado una política de “reconversión laboral” que en la práctica se traduce en presiones para firmar desvinculaciones o despidos sin causa. La Bancaria sostiene que más de 1.500 empleados ya fueron afectados, y denuncia que las autoridades del banco “ignoran los reclamos y evaden el diálogo”.
La decisión del sindicato también cuenta con respaldo en varias jurisdicciones, donde se replican los reclamos y medidas locales. En Mar del Plata, por ejemplo, se realizaron asambleas y protestas en sucursales, aunque no obstaculizaron la atención al público, como parte del plan de visibilización del conflicto.