Tiene 75 años y lleva más de 50 dedicado al periodismo deportivo relacionado directamente con el automovilismo. Santiago Careño habla en esta segunda parte del reportaje concedido a Carlos Paz Vivo! de su pasión por los fierros y de cómo esa afición lo llevó a recorrer el país y parte del mundo.
De los autitos al micrófono
“Yo nací en Carlos Paz, en la calle Alem al 400, cerca del centro”, recuerda Santiago Careño.
El periodista cuenta que su pasión por los fierros le nació de chico, sin herencia directa: “Mi padre era futbolero, hincha de Independiente. Yo creo que mi abuelo era el que más tenía alguna atención por el automovilismo: era hincha de Fangio, aunque nunca vio pasar un auto de carrera”.
De niño, Santiago coleccionaba autitos y los cuidaba más que las pelotas de fútbol: “Mis amigos me buscaban porque yo tenía las pelotas, pero no las usaba. En el arco tenía un autito en el bolsillo. Los míos siempre fueron los autos”.
Con los años, la curiosidad se convirtió en conocimiento. En los 60 comenzó a leer revistas como Automundo, Corsa y Coche a la vista. “Mi padre un día me dijo: ‘Si leés todo eso, no te queda tiempo para estudiar’. Y era verdad, las leía de tapa a tapa”, sonríe.
El debut radial: una puerta abierta en la ciudad
Santiago estudió en el colegio Cristo Obrero, donde ya mostraba su afinidad por los fierros. “Una tarde fui a la radio y me paré en la puerta. Piti Bertorelo, que estaba al aire, dice: ‘Vamos a saber cómo se larga el Gran Premio… Santiago Careño se los cuenta’. Y yo miré para los costados… y era yo”.
Así empezó todo. “No había una idea de periodista todavía, sino de contar lo que yo sabía. Me gustaba transmitir lo que aprendía”.
Con el tiempo, dio un salto a Córdoba y trabajó junto a grandes nombres. “Yo quería ir a Radio Universidad con Acosta, que le decían la víbora porque decía las cosas como las pensaba. Pero me crucé con José Ali y terminé en LV2, con Motor y Camino. Ahí empezó mi carrera profesional”.
De Carlos Paz al mundo con Carburando
Su vínculo con el automovilismo nacional se afianzó en los años 70. “Cacho Giordano me dio un lugar (en la estación de servicio): todos los jueves tenía una nota con algún piloto de Carlos Paz. Siempre tuve una puerta abierta en la vida”.
El gran salto llegó en 1984, con el primer Rally Mundial en Córdoba. “Mingo Marimón me pidió que fuera a buscar a la gente de Carburando al aeropuerto. Ahí conocí a González Rouco y a Diego Lama, un periodista uruguayo que hacía todo el circuito mundial. Cuando me di cuenta de con quién estaba hablando, dije: ‘A este no lo largo más’”.
Aquella relación fue decisiva: “Me invitaron a cubrir el Rally de Tucumán, después una carrera de 24 horas, y terminé hablando al aire en Radio Rivadavia. Yo no podía creerlo. Carburando me abrió al país entero”.
“Carlos Paz fue pionera: el automovilismo la hizo crecer”
Careño recuerda los inicios del automovilismo local con cariño y admiración: “Fueron unos aventureros irresponsables los que lo hicieron, muchachones como el Turco Raies, Biasizzo, … con el apoyo del gobernador armaron un circuito por el Pan de Azúcar”.
Esa primera carrera de Turismo Carretera marcó un antes y un después: “Ahí vino toda la prensa nacional. Las imágenes gráficas, sumadas a los comentarios sobre la belleza del lugar, hicieron que Carlos Paz empezara a crecer con el automovilismo”.
Luego vinieron los años dorados: “La Semana de la Velocidad fue algo maravilloso. A la mañana ibas a la estación Mosconi a ver Turismo Carretera, a la tarde Fórmula 1 en la avenida San Martín y a la noche karting al lado del Cucú. Una ciudad entera viviendo el automovilismo”.
Los intentos por tener un autódromo
El sueño del autódromo propio nunca se concretó, aunque estuvo cerca: “Hubo muchos proyectos, desde Atilio Capovilla en Malagueño hasta el del Pro Racing. Raies decía que los autódromos no daban ganancias si no eran subsidiados, y por eso no prosperaron”.
Recuerda el último intento grande, en los años 90: “Bugliotti ofrecía 55 millones de dólares para hacerlo y hasta fueron a Europa a pedir una fecha de Fórmula 1. Pero Bernie Ecclestone no los recibió: la FIA solo trataba con gobiernos, no con particulares. Ahí se cayó todo”.
El Rally Mundial: orgullo y esperanza
“El Rally Mundial lo viví en dos etapas: primero desde adentro, con Carburando, y después organizando acciones con empresas como Valvoline e Incom”, cuenta Careño.
Destaca el impacto económico y social: “El rally generaba plata sin ensuciar. Había gente que vendía locro al costado del tramo, hoteles llenos, comercios, boliches. Todo se movía”.
Sobre la ausencia actual del evento, es optimista: “No se perdió por plata ni por política, sino por la fecha. En septiembre no se puede por los incendios, pero si se hace en marzo o abril, vuelve. Yo creo que en dos años el Rally Mundial regresa a Carlos Paz”.