Ayer, 4 de noviembre, se conmemoró un nuevo aniversario del nacimiento de Carlos Nicandro Paz, el hombre que dio origen a la ciudad de Villa Carlos Paz.
En esta fecha tan especial, sus descendientes -aunque muchos ya no lleven ese apellido- se reunieron para rendirle homenaje y celebrar su legado en el tercer Encuentro de la Familia Paz, que tuvo lugar en el restaurante Villapaz, una residencia histórica cargada de recuerdos.
“Estamos festejando el cumpleaños de don Carlos Nicandro”, expresó Amelia Susana Caataño Paz, una de las tataranietas del fundador, emocionada al compartir la jornada. “Hoy nos reunimos todos los Paz, celebrando la vida y la historia de quien soñó este lugar”.
El almuerzo familiar estuvo colmado de anécdotas. Algunos de los presentes conservan el apellido Paz, otros lo llevan en segundo lugar, como consecuencia de las generaciones de hijas mujeres que descendieron de don Carlos Nicandro y doña Margarita Avanzatto, lo que hizo que el apellido se entremezclara con otros.
El tercer encuentro de la familia Paz fue una forma cercana y afectiva de mantener viva la memoria familiar.
La historia de un visionario
Cabe recordar que Carlos Nicandro Paz nació el 4 de noviembre de 1866 y falleció el 13 de enero de 1930. Fue el cuarto hijo de Rudesindo Paz —nieto del general José María Paz— y Clementina Pruneda.
Estudiante de ingeniería en la Universidad de Córdoba, decidió abandonar sus estudios cuando la salud de su padre se vio afectada, para dedicarse de lleno a las tareas rurales en la estancia Santa Leocadia, ubicada en la zona donde hoy se levanta el Dique San Roque.
A los 22 años se radicó definitivamente en esas tierras serranas, y desde allí impulsó el desarrollo que más tarde daría origen a la localidad que lleva su nombre.
Con espíritu emprendedor, fue quien visualizó el potencial turístico y productivo de la región, sentando las bases de lo que sería una de las ciudades más importantes de la provincia.
A los 26 años se casó con Margarita Avanzatto, con quien tuvo doce hijos: Margarita, Carlos Segundo, Elena, José María, Néstor, Clementina, Rudesindo, América, Cándida, Carmela, Silvia y Rosa.
Fotos: Luis Tórtolo