La situación actual del mercado de alquileres comerciales en Villa Carlos Paz está atravesada por dos factores clave: la estacionalidad propia de la ciudad y el turismo un contexto económico que desalienta la inversión.
“Es habitual que, en esta época del año, se vean locales vacíos. Es algo histórico en Carlos Paz”, explicó Martina Casesi, presidenta de la Asociación Inmobiliaria de Villa Carlos Paz .
Sin embargo, señaló que la actual coyuntura económica también juega un papel importante: “Mucha gente hoy no se anima o no está en condiciones de bancar un emprendimiento, y por eso vemos más locales desocupados”.
A medida que se acerca la temporada alta, se espera un repunte. “Lo lógico es que a partir de septiembre u octubre esos locales se vayan ocupando, pensando en el verano, que es cuando más movimiento tiene la ciudad”, añadió.
Valores muy variables
En cuanto a los precios de alquiler, el abanico es amplio y depende de múltiples factores. “Los valores varían mucho según las características del local, el rubro y la posibilidad de habilitar para gastronomía, por ejemplo”, explicó Martina.
Los locales más antiguos y pequeños, en la zona céntrica tradicional, pueden rondar los 600 mil pesos mensuales, aunque a ese monto se le deben sumar las expensas en caso de estar dentro de un edificio. En contraste, los locales nuevos, más modernos, llegan a duplicar ese valor. “El estado del local incide mucho en la inversión que necesita hacer quien quiere iniciar un negocio”, detalló.
En cuanto a locales con ubicación privilegiada, como sobre la peatonal 9 de Julio o General Paz, los valores ascienden considerablemente. Un local mediano y bien ubicado puede llegar a costar entre 3 y 4 millones de pesos mensuales, aunque en zonas muy demandadas esos números pueden ser incluso más altos.
El efecto de la crisis
Pese a la crisis económica, Martina Casesi afirmó que el cumplimiento de los contratos comerciales se mantiene relativamente estable. “No notamos tanto atraso en el pago de alquileres de locales. Lo que sí vemos de forma bastante abrupta es el atraso en las locaciones urbanas, es decir, alquileres de viviendas”, señaló.
Esto evidencia que los comerciantes, en general, están priorizando el sostenimiento de sus espacios de trabajo, a diferencia del sector habitacional donde la situación parece más comprometida.
Sin ley de alquileres, pero con reglas claras
Desde la derogación de la Ley de Alquileres en diciembre de 2023, los contratos se rigen por el Código Civil y por acuerdos entre partes. “Hoy no hay una ley específica, y las condiciones se estipulan directamente en el contrato”, explicó la inmobiliaria.
La mayoría de los contratos se celebran por plazos de dos años, y los aumentos suelen ser trimestrales o cuatrimestrales, con ajustes basados en índices como el IPC o el índice de salarios (CVS). “La falta de una ley no generó conflicto hasta ahora, porque el mercado se fue acomodando”, concluyó.