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Historia con final feliz: Las burras heridas y rescatadas en Carlos Paz se recuperan en el campo

Fueron rescatadas por vecinos de Altos del Valle en diciembre. Después de buscar quien los ayude, finalmente la proteccionista Sin Estribos de Córdoba, se llevó a los animales.

En diciembre del 2021, la vecina María Mancuello de barrio Altos del Valle, advirtió que en la zona había dos burras abandonadas y en mal estado de salud. Pidió ayuda a otros vecinos y juntos lograron rescatarlas y ponerlas a salvo.

Se hizo cargo la Fundación Sin Estribos, que se dedica a rescatar caballos y burros en estado de abandono o maltrato.

“Una de ellas estaba muy lastimada y las dos muy castigadas, parecían signos de violencia”, relató la mujer, quien dijo que junto a otros vecinos trataron de localizar a los dueños, pero no encontraron a nadie que se haga cargo y entonces, curaron a una de ellas como pudieron.

Ante la problemática, “buscamos darle una solución y por eso llamamos a Policía Ambiental pero nos dijeron que no era de su ámbito. También nos comunicamos al 147 pero tampoco obtuvimos solución, y con veterinarios, que por supuesto nadie lo hace gratis”.

Después de dar vueltas buscando la forma de poner a salvo a los animales, finalmente dieron con la proteccionista Sin Estribos.

Para los vecinos fue toda una osadía lograr rescatarlas, contó Mancuello, porque en un determinado momento se perdieron, y hubo que buscarlas intensamente. Cuando las encontraron no tenían los elementos necesarios para retenerlas, pero entre un grupo de personas del barrio, lograron agarrarlas hasta que llegara personal de Sin Estribos.

“Fue un trabajo colectivo el que hicimos en medio de una noche con lluvia intensa. Pero nos fuimos todos contentos a descansar porque sabíamos que la vida de estos animales iba a cambiar”, comentó.

En un principio, desde la proteccionista “nos contaron que las desparasitaron, la curaron y se fueron recuperando”.

Y agregó: “Dora era la más lastimada, casi no tenía pelos y una de las heridas era muy profunda, tan así era que entraba el puño de una mano; ahora está hermosa. Andrea que es la otra, que era muy terrible porque nos costó mucho agarrarla, también está muy sana”.

Mancuello resaltó el trabajo que hace la Fundación Sin Estribos, y dijo “que no es tan fácil encontrar gente que ame tanto los animales y que un domingo a las 11 de la noche con la terrible tormenta salgan a rescatarlos, sabiendo que ahí no se termina el trabajo”.

Una de las solicitudes que le hicieron los vecinos a la proteccionista, fue que no las separen porque se notaba que siempre estuvieron juntas.

Después de dos meses, Mancuello contó que las burras están recuperadas y ambas se encuentran en un campo de Los Reartes.