Los gimnasios, como la gran mayoría del sector privado, son parte de los perjudicados por el cierre total debido a la pandemia. Sin embargo, mientras algunas ramas productivas del país retoman su “normalidad”, los gimnasios van quedando postergados ante cuestiones más urgentes. “El gimnasio es salud, física y psicológica”, remarcan los propietarios de los centros de entrenamientos del ámbito local.
“Si nos dicen que en julio podemos abrir, de alguna forma aguantamos porque la ayuda económica, si aún no llegó, va a llegar. Entendemos que hay sectores muy postergados que necesitan asistencia antes que nosotros”, reconocen desde un gimnasio local abierto hace poco más de un año. “Nos readaptamos a las clases digitales pero no es justo cobrar una cuota por un servicio y brindarle otro más ‘precario’ y generalizado”, agregan.
“Los gimnasios estamos en constante innovación y eso requiere de una inversión grande. Hoy una máquina de última generación cuesta 1500 dólares, yo estoy pagando dos en cuotas. La recaudación es nula, te ayudan un poco por el lado de los sueldos pero la mochila es muy pesada aún. En estos cincuenta días de pandemia pagué una parte del salario a mi empleado, dos boletas de luz (enero y febrero) y en total perdí el valor de invertir en una nueva máquina”, se lamenta otro propietario.
La Agrupación de gimnasios y actividades afines de Villa Carlos Paz nos permite visualizar en detalle las problemáticas y necesidades urgentes del sector. “Por cuestiones jurídicas, estamos adjuntos a la Cámara de Gimnasios de Córdoba pero en nuestra ciudad nos organizamos entre todos los afines para ir sobrellevando esta situación crítica para el sector”, manifiestan desde la Agrupación que nuclea a gimnasios, escuelas de danza, centros de entrenamiento y clubes de natación.
“El protocolo para la reapertura ya fue presentado al COE provincial pero ahora ellos lo deben evaluar y después de aprobarse ese lineamiento, se esperará a que el regional y cada municipio lo aplique y controle”, cuentan desde el sector.
Se estima que en Argentina son alrededor cien mil personas las que viven directamente de la actividad en los gimnasios. Si sumamos a esto los afines nombrados anteriormente, el número se duplica. Si bien la ayuda estatal llegó para los propietarios, la idea de permanecer con sus puertas cerradas por un par de meses más procedería a lograr el cierre definitivo de al menos la mitad de ellos.
“Tuvimos una sola charla con el municipio y quedó claro que la idea es sobrellevar juntos la situación pero se habló de una vuelta recién para septiembre y hoy hay varios colegas que, de pasar más de un mes sin poder abrir, no podrán sostener su estructura, algunas de ellos con muchos años en Carlos Paz”, remarcaron desde la Agrupación.
El próximo lunes, en primera instancia, habría una nueva reunión entre los representantes de las diferentes disciplinas para mantener el diálogo y reevaluar las diferentes realidades, a la vez muy similares entre sí. “Veremos que nos dicen desde el COE, pero la misma ciudadanía está pidiendo volver a entrenar, no sólo por lo físico o estético, sino también para los que se enfocan en lo psicológico personal”, cerraron.
Está claro, la economía del sector aprieta, como en casi todos los privados. Será cuestión de calma y profundo análisis para poder efectuar la reapertura con el mínimo riesgo posible. Una buena: desde la Agencia Córdoba Deportes se están poniendo el problema al hombro y, con diálogo constante, busca la aprobación de cada protocolo en el menor tiempo posible, según manifestó el propio presidente de la entidad, Héctor “Pichi” Campana (Ver nota).