El esperado cruce entre los campeones de América y de Europa, Argentina y España, empieza a tomar forma. El partido debía jugarse hace rato, pero el apretado calendario del fútbol mundial lo fue pateando para adelante.
Ahora, con la Scaloneta ya clasificada al Mundial y con España prácticamente con un pie adentro, se están ajustando los últimos detalles para concretar el encuentro. La fecha tentativa es en marzo, dentro de la ventana FIFA pensada para los repechajes y los compromisos que surjan del sorteo del 4 de diciembre en Washington.
Todo indica que el encuentro se jugaría el sábado 28 de marzo y desde la FIFA quieren que este duelo tenga prioridad total, por lo que ese día no se disputarán otros partidos internacionales.
Todavía falta definir la sede, aunque ya hay rumores de pasillos donde suena con más fuerza la opción de Doha, con el imponente estadio Lusail como posible escenario. Las razones son varias: la distancia relativamente equidistante entre ambos países, el clima ideal para la época y, entre otras cosas, que Gianni Infantino, presidente de la FIFA, tiene su residencia principal en la capital catarí.
Si se confirma, el mismo estadio donde Argentina levantó su tercera Copa del Mundo volverá a ser testigo de una cita histórica. La albiceleste defenderá ahí la corona de la Finalissima conquistada en 2022 tras golear 3-0 a Italia en Wembley.