“Villa Carlos Paz atravesó una temporada estival con altibajos, reflejo de un contexto económico desafiante“, aseguraron desde Ashoga, Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Carlos Paz.
Y continuaron: “A pesar de no haber alcanzado los niveles de ocupación esperados, el compromiso del sector hotelero-gastronómico y en general de toda la comunidad carlospacense, permitió sostener al turismo y desafiar la tendencia inicial frente a la desventaja cambiaria. En este sentido, se destaca el esfuerzo del empresariado local, para ofrecer una propuesta atractiva para los visitantes y consolidar a la ciudad como una opción principalmente de turismo de cercanía”.
Competencia desleal
En relación a los desafíos que presentó la temporada 2025, Carolina Sacilotto, presidente de Ashoga, expresó: “Carlos Paz demuestra que tiene un público propio, lo cual nos permite entender las dinámicas de consumo y preferencias de quienes nos eligen. Sin embargo, seguimos enfrentando el desafío de la informalidad y la competencia desleal, lo que afecta la rentabilidad del sector y nos obliga a ajustar costos sin perjudicar la calidad del servicio”.
Con eventos y festivales como ejes de atracción, enero mostró una curva ascendente para
promediar en un 70 por ciento de ocupación con picos del 90% los fines de semana
Febrero y una segunda quincena dispar
El mes de febrero presentó una ocupación moderada, con un promedio del 65,4% en la
primera quincena y picos del 85% los fines de semana, impulsados por eventos como Cosquín Rock y festivales regionales. Sin embargo, la segunda quincena cerró con un 58% promedio de ocupación, reflejando la incidencia del inicio del ciclo lectivo y el regreso de las familias a sus actividades cotidianas.
“La distribución del público cambia en esta etapa, lo que modifica el perfil del turista y sus
preferencias de consumo”, explicó Sacilotto al reflexionar sobre la incidencia porcentual
negativa de esta segunda etapa del mes.
Carnaval: fecha clave para la ocupación
Por su parte, el fin de semana de Carnaval reafirmó su importancia estratégica para el turismo local, alcanzando un 90% de ocupación promedio en tres noches a partir del sábado 1 de marzo. A diferencia de otras fechas del verano, este período se caracteriza por contar con reservas previas y una alta demanda anticipada, consolidándose como uno de los momentos más fuertes de la temporada.
“Carnaval es una fecha con un altísimo nivel de convocatoria, que no depende tanto de
factores climáticos como otras instancias. Esto nos permite una mejor planificación y garantía de ocupación para el sector”, destacó Sacilotto.
Para concluir el balance de temporada, Ashoga manifestó: “Reafirmamos la importancia de una articulación constante entre el sector público y privado para potenciar el turismo durante todo el año. Es clave seguir trabajando juntos para fortalecer nuestra competitividad y garantizar la sustentabilidad de nuestra actividad”.