Se recorren tiempos agitados en la política, en la que las marcas y los adversarios comienzan a agrandar la famosa grieta hasta puntos que dura y difícilmente podremos olvidar en el corto plazo.

Pero más allá de esa famosa y “maldita” grieta, hoy me sorprende otra cosa, algo que une a radicales y peronistas, kirchneristas y macristas, de derecha y de izquierda.

Nuestro bello país tiene 200 años de libertad, unos menos de autoderminación de gobiernos y muchos menos de mantenimiento del orden democrático constante y sonante.

Durante poco menos de 35 años, los argentinos hemos concurrido a las urnas no menos de 20 veces (en algunos casos hasta 4 ó 5 veces por año), hemos elegido 6 diferentes presidentes por el voto popular, los cordobeses 4 diferentes gobernadores (sí, solo 4) y los carlospacenses, 5 diferentes intendentes municipales. Mas de mil  senadores y diputados nacionales (entre todo el país), cientos legisladores y unos cuantos concejales municipales. Sin olvidarnos de convencionales nacionales, provinciales y municipales. Y ahora en Carlos Paz, dos Defensores del Pueblo.

Sin embargo, la culpa siempre la tiene el otro. Que la culpa la tiene Perón, según los liberales, que fueron los milicos para los demócratas, que fue Alfonsín con la híper o Menem con el 1 a 1, que el desastre de De La Rúa para los “K” o la pesada herencia para el macrismo.

Nadie, ningún dirigente político hace un mea culpa de lo que nos pasa.

En la ciudad nos encontramos con el mismo escenario. Los dirigentes no tenemos la culpa de que la gente no haya ido a las urnas. La tiene el gobierno, o los candidatos, o los que ocupaban el cargo, pero seguro que no, que el otro tiene la culpa. 

Me dio muchísima pena escuchar a dirigentes y militantes del partido que debe entregar la Defensoría acusar que “se perdió la elección porque el gobierno no publicito la elección y bajaron el aparato”. ¿No será que la institución que representaba el candidato, no cumplió con las expectativas? ¿No será que no representaba a lo que el ciudadano pretende del partido de los ideales? He llegado a escuchar y leer que la culpa la tiene el ciudadano. 

Me sorprendió que desde el partido que gobierna la provincia desde hace 18 años, junto con su histórico enemigo del partido más novel de la provincia, hayan vuelto a fracasar a nivel local, a pesar de su fuerte peso en las elecciones donde no se eligen candidatos locales, sin embargo no escuche mas que excusas orientadas a quitarse la culpa.

Y tampoco escuche la crítica que el oficialismo de la ciudad se debe hacia el ciudadano de pie, del porque en una elección municipal ha ido a votar un tercio de la población, quizás porque le convenía, quizás porque los resultados marcan hegemonía, quizás porque los ciclos políticos deben renovarse y no sea el momento oportuno para algunos preguntárselo.

Hago política, y creo que es momento de hacer mi autocrítica: No escuchamos a los ciudadanos. Cada vez más desilusionamos a los que debemos representar. El ciudadano de a pie considera que los políticos, los sindicatos, los clubes de fútbol, las instituciones intermedias, todo en este país esta podrido. Y lo peor es que día a día nos alejamos más y la desesperanza se hace latente.