Desde su casa, en algún centro de asistencia o en vaya a saber qué hospital del país, miles de personas se encuentran en la lista a la espera de un órgano. Y hoy, esa esperanza late más fuerte que nunca en uno de ellos, porque el órgano va a llegar.

Por primera vez en la historia del Hospital Municipal Gumersindo Sayago, en la mañana de este martes se realizó una ablación de órganos.

Una extraña energía rodeaba los pasillos del nosocomio local y los ojos cristalizados escondían la emoción del cuerpo médico, que con fortaleza debía mantenerse en pie y atento a las demás urgencias, pese a que la dicotómica relación entre la muerte y la vida les estaba dando una lección. Una clara demostración de que, por esta vez, el fallecimiento de una persona no iba a ser en vano y que sin dudas, parte de su vida en otra de las tantas personas que minuto a minuto esperan el gran llamado en el que le comuniquen que al fin, su donante apareció.

Envuelta en emoción, la directora del hospital, Claudia Pereyra, contó: “Ha ocurrido por primera vez una situación de un paciente con muerte cerebral y potencial donante, en el que su familia aceptó la donación de órganos”.

Sin dar mayores precisiones, la doctora manifestó que “se trata de un hombre de 57 años que tuvo un evento cerebro vascular que lo condujo a la muerte cerebral. Entonces, cuando ocurren este tipo de situaciones los equipos de salud se comunican con Ecodaic, que es el INCUCAI en Córdoba, quienes tienen el trabajo de certificar la muerte cerebral y contactarse con la familia para consultarles si acceden a la donación”.

Concientizar, entre el dolor por la pérdida y la esperanza de seguir viviendo

La directora destacó fundamentalmente la fortaleza que tuvo la familia en medio del dolor: “Es un acto de extrema generosidad y amor al prójimo tomar esa decisión tan dura”.

Además, sobre el equipo de Salud expresó: “Todos estamos conmovidos porque es la primera vez que se va a hacer una ablación de órganos en este hospital y es imposible de expresar en palabras lo que se siente”.

En este sentido, aprovechó para concientizar a la población: “Todos tenemos que ser conscientes de lo importante que es donar órganos. Todos tenemos a alguien o conocemos a gente que atraviesa esta situación; de hecho aquí en el hospital tenemos compañeros que tienen familiares en lista de espera. Y para esa persona que está esperando, es un antes y un después en su vida cuando finalmente recibe el órgano”.

Ley Justina

En las últimas horas, finalmente el Gobierno nacional reglamentó la ley Justina, una norma aprobada en los últimos meses y que sin dudas marcó un precedente histórico en la lucha de las personas y familias que esperan la donación de órganos.

Al respecto, Pereyra consideró: “Desde hace un par de meses fue sancionada la ley Justina, que establece que todas las personas somos potenciales donantes a menos que expresemos lo contrario. Si bien es una ley reciente, está estadificado que en Córdoba ya habido un 20 por ciento más de disponibilidad de familias donantes. De todos modos, siempre quien termina decidiendo es la familia”.