Llegaron las temperaturas bajas y el frío se siente en los lugares donde el gas natural no llega. En tal sentido, cada año en esta época empiezan los robos de las garrafas que luego serán revendidas a menor valor o que directamente utilizarán los ladrones para calefaccionar sus hogares.

Este viernes por la mañana, en la localidad de Santa María de Punilla, un uniformado controló un auto sospechoso porque en su parte trasera transportaba tres garrafas de 10 kilos similares a las sustraídas a la madrugada en otro sector de la localidad.

Por tal motivo, se secuestraron las garrafas y se detuvo al conductor del rodado, un joven de 25 años oriundo de barrio Villa Bustos acusado de encubrimiento y secuestro de elementos.