Piñera se mostró confiado luego de la elección

Sebastián Piñera, el exmandatario derechista que partía como claro favorito en las encuestas, ganó ayer la primera vuelta de los comicios presidenciales de Chile, pero quedó lejos de alcanzar la mitad más uno de los sufragios. En consecuencia, enfrentará en un balotaje previsto para el 17 de diciembre al senador independiente y abanderado de la coalición oficialista de centroizquierda, Alejandro Guillier, quien terminó como el segundo más votado del primer turno.

Con un 98,1 por ciento de las mesas escrutadas, Piñera reunía 36,6 por ciento de los votos, seguido por Guillier, con 22,7 por ciento. Un poco más atrás se ubicaba la periodista Beatriz Sánchez, del izquierdista Frente Amplio, con un sorprendente 20,3 por ciento.
Más lejos quedaron el pinochetista José Antonio Kast, con 7,9; la democristiana Carolina Goic, con 5,9; el centroizquierdista Marco Enríquez-Ominami, con 5,7; el ultraizquierdista Eduardo Artés, con 0,51, y el centroizquierdista Alejandro Navarro, con 0,4 por ciento de los sufragios.

Si bien Piñera aventajó por casi 14 puntos porcentuales a su rival más cercano, se ubicó por debajo de lo que sugirieron las encuestas de intención de voto publicadas en los últimos meses. Todos los sondeos le asignaron una intención de voto superior al 40 por ciento y, en algunos casos, muy cerca de consagrarse en primera vuelta, sin necesidad de balotaje.

“Este resultado es muy parecido al de 2009 y ustedes recordarán que en 2009 ganamos la elección”, dijo Piñera en un acto realizado anoche en la sede de su comando de campaña.

El exgobernante (2010-2014) destacó que ganó en todas las regiones del país, “en 300 de las 365 comunas”, y subrayó que se impuso “en casi todas las comunas de clase media del país y en todas las comunas más pobres de Chile”.

Sin embargo, en el búnker de su contrincante de la segunda vuelta, el clima era tanto o más victorioso tras los resultados de ayer.

“Ganaremos en diciembre; Chile quiere otro camino y lo ha expresado en el voto; esta noche comienza un nuevo Chile, más amplio, diverso y solidario”, señaló Guillier, en un acto realizado en el centro de Santiago.

“Los progresistas somos más” afirmó el periodista y senador, en un guiño a otras fuerzas de izquierda o centroizquierda que podrían decantarse a su favor o en contra de Piñera.

Horas después de los comicios, Kast dijo que apoyará a Piñera, sin ninguna exigencia a cambio y Enríquez Ominami tuiteó que se ponía a disposición de Guillier.

Sin anunciar apoyos oficiales para el segundo round, Sánchez y Goic se mostraron más cercanas del candidato de centroizquierda.

Por su lado, la presidenta Michelle Bachelet jugó también sus primeras fichas de cara a la segunda vuelta y pidió “que el dinero no sea la única manera de acceder a las oportunidades y la dignidad”, a la vez que exhortó a sus compatriotas a votar en el balotaje, porque el país necesita “todas las voces, todas las miradas, para decidir el rumbo” que seguirá a partir de marzo de 2018.

La jornada electoral transcurrió en general con normalidad pero se vio empañada en la mañana, cuando unos 20 miembros de las organizaciones izquierdistas Juventud Rebelde y Ofensiva Secundaria ocuparon el comando electoral de Piñera, mientras éste emitía su voto, hasta ser desalojados por efectivos de Carabineros.

Otra característica del día fue la exhortación a votar –repetida por casi todos los candidatos– ante la previsión de una abstención que superó al 50 por ciento. Estaban habilitados para sufragar más de 14 millones de ciudadanos, quienes podían elegir, además de presidente, a 23 senadores, 155 diputados y 278 consejeros regionales.

Anoche se informó que votaron poco más de 6,5 millones de ciudadanos, incluidos los que, por primera vez, pudieron sufragar en el exterior. Para los cargos legislativos se estrenó el nuevo Sistema Electoral Proporcional, basado en el método D’Hont, que sustituyó al sistema binominal heredado de la dictadura de Augusto Pinochet, que favorecía a las fuerzas mayoritarias.