Con el dólar que trepa, la estacionalidad del turismo que se hace larga en los meses previos a las vacaciones de julio, y el estancamiento del consumo, los comercios de Villa Carlos Paz hacen fuerza para no claudicar y morir en el intento de pasar el invierno.

A la situación general que se plantea por la devaluación del peso y sus consecuencias en la suba de precios, en el caso de Carlos Paz hay que agregarle el elevado precio de los alquileres de los locales en el centro y en las arterias más transitadas.

La imagen más fuerte de la situación del comercio local puede apreciarse en el Shopping Melos y sus locales vacíos como muestra de la difícil coyuntura que se atraviesa.

El shopping Melos muestra la cara más triste de la crisis en el comercio local.

En la Galería La Strada, la más top de la villa, los comerciantes se quejan por las escasas ventas y el alto precio de los alquileres.

Beatriz atiende desde hace muchos años el local de  Luna Huana, y asegura que el costo de los alquileres está sobrevaluado en la ciudad.

“Después de la temporada sigue todo difícil porque no hay gente y porque la situación de país también ayuda, indudablemente”, afirma la comerciante y añade: “Estamos siempre tratando de no tener deudas”. “Muchos locales se cerraron después de la temporada: Si das una vuelta por esta galería, que es una de las más rentables, vas a ver la merma sumado de que en Carlos Paz los comerciantes no invierten verdaderamente en los negocios”.

Para Beatriz, los impuestos altos tampoco ayudan a sobrellevar la situación.

Karina trabaja en otro local de la galería y asegura que el problema son los costos fijos, los alquileres aumentan entre un 30 y un 35 por ciento por año y las ventas están por el piso.

“Se hace duro el invierno y los veranos tampoco han sido de grandes temporadas como para que te den una tranquilidad”, asevera. “Hay gente que renueva los contratos y no los pueden pagar”.

Pocas ventas, altos costos

El bajo nivel de ventas es un comentario de los comerciantes en casi todos los barrios de la ciudad. Gustavo, comerciante de la avenida Cárcano, asegura que han cerrado varios negocios sobre la principal arteria que comunica a Carlos Paz con el sur de Punilla y el camino de las Altas Cumbres.

“Hay una panadería que ya pasó por cuatro dueños en dos años y no se puede sostener”, dice.

Para Gustavo, el principal problema es la baja del consumo y los altos costos de mantenimiento de los locales por los alquileres y los impuestos.

“Pasan las horas y no entra nadie. Los comerciantes nos la pasamos tomando mate esperando que entre alguien”, dice y asegura que cuesta mucho mantener la competitividad con otros centros de ventas y la proximidad con la ciudad de Córdoba.

Informe: Belén Bianchi Schley