Familiares de dos de los cinco secuestrados por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) reclamaron que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), integrada por militares y policías, se retire del norte del país para facilitar negociaciones y, eventualmente, la libertad de los cautivos.

“Queremos enviar un mensaje a nuestros familiares secuestrados por el Ejército del Pueblo Paraguayo. Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para tenerlos de regreso sanos y salvos”, indicó un comunicado.

La nota fue leída por Willy Rempel, yerno de Peter Blatz, padre de Berhnard Blatz, secuestrado el 1 de septiembre en Colonia Santa Clara, en el departamento de San Pedro, al norte de Asunción. Rempel divulgó el comunicado en nombre de la familia Blatz y la de Franz Hieber, quien cayó en poder del EPP el 21 de agosto de 2017, sin que hasta ahora se tenga alguna pista del paradero de ambos. “Queremos que sepan que los familiares de los secuestrados somos trabajadores y humildes que, por sobre todo, queremos de vuelta a nuestros seres queridos. Para ello necesitamos tranquilidad para trabajar en la zona”, culmina la escueta nota de los colonos menonitas de Paraguay, recogida por la agencia DPA.

La proclama se suma a la de la familia de Abraham Fehr, otro de los secuestrados por el EPP, que este martes anunció su compromiso de cumplir las llamadas “leyes revolucionarias” del grupo guerrillero.

Eso implica suspender la ampliación de los predios rurales para evitar la deforestación y proteger los ríos para evitar el daño por agroquímicos a la naturaleza y a las personas.

“Imploramos que, por una cuestión de humanidad, puedan aliviar nuestro sufrimiento con una prueba de vida”, agregó el padre de Fehr, otro colono menonita radicado en el norte de Paraguay.

Su hijo permanece secuestrado desde el 8 de agosto de 2015. El grupo de cinco cautivos se completa con el oficial de la policía Edelio Morínigo (desde el 5 de julio de 2014) y el ganadero Félix Urbieta (desde el 2 de octubre de 2016).

La FTC de Paraguay fue desplegada en la zona de influencia del EPP en 2014 con el objetivo de combatir a la guerrilla, aunque no ha podido evitar los secuestros ni desbaratar a la organización.