n hombre fue muerto hoy a tiros por soldados belgas en la estación central de trenes de Bruselas luego de hacer explotar una valija y gritar consignas islamistas como parte de un “ataque terrorista”, informaron autoridades y medios locales, en una semana de atentados en capitales de Europa.

El fiscal federal de Bélgica, Eric Van der Sypt, dijo que las autoridades trataban el incidente como un “ataque terrorista” que fue frustrado cuando el sospechoso fue “neutralizado” por soldados que patrullaban la Estación Central, la de mayor actividad del país, luego de haber provocado una explosión.

El cuerpo del hombre yació en el lugar durante varias horas mientras un escuadrón de desactivación de bombas lo estudiaba para determinar si tenía más explosivos, luego de que la policía evacuara la estación y acordonara una gran parte de la vecina y famosa plaza Grand Place.

La vocera de la Fiscalía Federal, Ine Van Wymersch, confirmó su muerte ya en la madrugada en Bruselas, y dijo que no llevaba más explosivos consigo.

Varios medios belgas y un testigo afirmaron que el hombre llevaba un cinturón de explosivos, pero que no podían confirmar si era realmente eso o algo que fingía serlo.

Ninguna otra persona resultó herida, y los daños causados por la explosión, que fue de baja intensidad, fueron limitados, dijo Van der Sypt.

El atacante no fue identificado.

Nicolas Van Herreweghen, un empleado de la compañía nacional de trenes de Bélgica, dijo que el hombre se veía muy nervioso y agitado, y que gritó algo sobre yihadistas y luego “Allahu Akbar”, la tradicional arenga en árabe de los islamistas radicales, antes de hacer explotar una valija con ruedas que arrastraba.

El empleado agregó que el hombre parecía tener entre 30 y 35 años.

Van Herrewegen describió al sospechoso como un hombre fornido, bronceado y de pelo corto, que vestía camisa blanca y jeans. “Vi que tenía algo encima porque vi que salían cables, así que pudo haber sido un cinturón suicida”, dijo, en referencia al cinturón de explosivos.

El empleado ferroviario afirmó que el hombre detonó su valija en el entrepiso, y que luego bajó a los gritos y se metió en una oficina de trabajadores de la estación. Después salió de allí corriendo, antes de perderlo de vista.

Bélgica está en alerta máxima desde marzo de 2016, cuando 32 personas murieron en ataques contra el aeropuerto de Bruselas y la red de subterráneos de la ciudad reivindicados por el grupo islamista Estado Islámico (EI).

El primer ministro belga, Charles Michel, y el ministro del Interior, Jan Jambon, siguieron de cerca la situación y han establecido un centro de crisis, indicó el portavoz del primer ministro, Frédéric Cauderlier.

“#Estación Central. Soldados han debido neutralizar a un individuo. Situación bajo control. Policía de Bruselas en el lugar. Siga las instrucciones”, dijo el Ministerio del Interior en su página de Twitter poco después del incidente.

El fiscal Van der Sypt dijo que por el momento no tenían ninguna información sobre la identidad del sospechoso, y rechazó hacer comentarios sobre “rumores de lo que se haya visto o dicho” al subrayar que eso forma parte de la investigación abierta.

Medios como la cadena pública RTBF hablaron, citando a fuentes policiales, de que se buscaba “activamente” a otros dos sospechosos.

Por su parte, el órgano de coordinación para el análisis de amenazas (OCAM) decidió mantener el nivel de amenaza de atentados en 3 de 4 posibles tras el incidente, según indicó el centro de crisis del Ministerio del Interior.

Ese nivel de alerta se aplica desde noviembre de 2015 en Bélgica y significa que un atentado es “posible y probable”.

El tráfico ferroviario en la estación Central y en la del Norte se encuentra suspendido y “fuertemente afectado” en la estación del Mediodía.

Las dos líneas de metro que pasan por la estación Central también han suspendido su servicio en esa zona. El 22 de marzo del año pasado, tres atacantes suicidas cometieron dos atentados coordinados en Bruselas, uno en el aeropuerto capitalino de Zaventem y otro en la estación de subte de Maelbeek, matando a 32 personas.