vivoLa democracia se articula con la participación y con la apertura de canales que aseguran la fluidez en la relación entre los ciudadanos comunes y quienes tienen la responsabilidad de gobernar.

Conceptos de Formación Cívica I. Hace pocos días el Concejo de Representantes suspendió una audiencia pública que había sido convocada para tratar diversos proyectos de ordenanza. Lo mismo había pasado un tiempo atrás con otra convocatoria similar. Y algo similar sucedió con una reunión en la que debía tratarse el presupuesto participativo con los vecinos. No fue nadie y se levantó el encuentro.
La apatía es funcional a la corrupción y al manejo de la política personalista de quienes gobiernan. Las críticas al sistema político, a la actividad de conducir los destinos colectivos llueven desde sectores que se conforman con poco, con mirar en la televisión cómo pasa la historia. El tema es que después, cuando vienen las crisis de representación, esas personas suelen salir a la calle a pedir “que se vayan todos”. Ese concepto es suicida porque implica también que el emisor es uno de los que tiene que “irse”.
La burocracia estatal, esa que no deja que nada extraño se entrometa en las esferas del poder, es una de las principales interesadas en que la gente se quede en sus casas. Aunque parezca descabellado (o no tanto) hay estructuras bien delimitadas y bien pensadas para que el ciudadano se quede en su habitáculo, no salga de su cerrada historia personal y no participe en cuestiones de la comunidad. Por eso, quizás, son siempre los mismos los que van a las reuniones en el Concejo, los que participan de sesiones y los que deambulan por los pasillos del municipio buscando algún tipo de solución para diversas problemáticas barriales o sectoriales.
Hace unas semanas La Jornada entrevistó a la psicóloga Ana María Fernández, quien investiga las experiencias de las fábricas recuperadas. Con la frase “la alegría es política”, la especialista busca hacer entender que la participación en la solución de problemáticas comunitarias es una de las claves para salir de la angustia en la que nos sumerge un sistema capitalista que sólo tiene una manera de entender al éxito.
Fernández señaló que es dentro de ese esquema, en el de las actividades sociales, desde donde se ve una salida para la apatía impuesta desde los sectores ideológicos que manejan este status quo.
La democracia barrial es una de las claves a tener en cuenta. El tema es que no suceda lo mismo que pasa en los escalones más altos del poder. Porque también hay dirigentes barriales que se creen dueños de la opinión de sus vecinos y hacen y deshacen sin consultar, sin abrir la participación y buscando sólo un beneficio personal en su carrera política.

Publicado en el semanario La Jornada.