Con un popurrí de imitaciones sucesivas, comenzando con Valeria Lynch, pasando por Shakira, Thalía, Patricia Sosa y otras cantantes argentinas y latinoamericanas, así da inicio Fátima Flórez al music hall que presenta de martes a domingos en Teatro Holiday (9 de Julio 53) de Villa Carlos Paz, a las 22 hs. Viernes y sábados con doble función, también a las 0,30 hs; con entradas a partir de los $500.

Fátima es mágica es el nombre del espectáculo que cuenta, además, con la participación de Ariel Tarico, el mago Emanuel y el imitador de Sandro, Fernando Samartín, quien también desarrolla la personificación de Elton John y Paul McCartney.

Escrito y dirigido por Norberto Marcos, el show combina sketches humorísticos, cuadros musicales y danza a cargo de un cuerpo de excelentes bailarines y performances de magia. Todo, con la imitación de personajes famosos como propuesta central.

Variedad y sorpresa

Bajo la dirección musical de Fernando Vázquez, y con orquesta en vivo que aporta calidad artística, Fátima sorprende una vez más con la variedad de imitaciones –algunas más satíricas, y otras que buscan una interpretación más fidedigna de los personajes de la farándula o política argentinas- y la velocidad con la que va de una interpretación a otra.

Las imitaciones que se destacan son las de Susana Giménez, Gabriela Sabatini y María Eugenia Vidal. Es innegable que la artista tiene talento como actriz, cantante y bailarina, incluso disfrutarla en su esplendor puede ser lo que más motive al público a la hora de elegir el espectáculo. Sin embargo, éste se vuelve demasiado extenso -más de 2 horas-,  quizás hubiera sido acertado hacer una selección más acotada de las mejores imitaciones y cuadros artísticos para armarlo.

Los cambios de vestuario y la puesta en escena en general, luces y pantallas gigantes sincronizadas, son recursos que también jerarquizan el show.

Ariel Tarico descolla con sus personajes de Luis Ventura y Carlos Tevez, pero el plato fuerte de la noche se sirve cuando imita al presidente Mauricio Macri junto a Fátima, quien encarna su versión de Cristina Fernández de Kirchner. Un sketch donde se luce el humor político que brinda un contenido con el que el espectador se siente identificado, un momento de chispa y perspicacia también en sus formas, que aviva al público después de un largo rato de entretenimiento pasatista.