Matteo Salvini es el ministro del Interior de Italia, el mismo que luego del desplome del puente Morandi en Génova prometió que los responsables serán castigados. Pero ahora es también el blanco de todas las críticas, porque el puente se desplomó al mediodía del martes 14 de agosto y esa misma noche, mientras los bomberos buscaban sobrevivientes entre los escombros, él se fue de fiesta en Mesina, en la región de Sicilia.

El ministro del interior disfrutó muy sonriente de una cena a la que había sido invitado por la élite de la Liga local. Las imágenes causaron mucho revuelo: en ellas aparece contento, rodeado de copas de vino y opíparos platos de mariscos. La noche se coronó con un pastel gigante que decía: “El equipo gana”.

La noticia se viralizó en Italia rápidamente. Fotos sobran, ya que varios de los asistentes a la fiesta publicaron imágenes del ministro de Interior muy distendido.

Matteo Orfini, presidente del Partido Demócrata, fue lapidario y acusó al ministro de dar “una bofetada al dolor del país”. Emanuele Fiano, también del Partido Demócrata, exigió que “Salvini se disculpe” con el pueblo italiano.

Cabe recordar que la tragedia ocurrió cuando un tramo de unos cien metros del puente Morandi, construido en la década de 1960, se vino abajo y sepultó a los coches que circulaban por él en ese momento. El balance provisional de víctimas fatales es de 39, entre ellos tres menores de ocho, doce y trece años.

Caída del puente de Génova (Imagen: AFP).

Fuente: Infobae.