En varios puentes de las grandes ciudades del mundo miles y miles de enamorados dejan su “candadito del amor” con el propósito de enlazar el mutuo sentimiento con el lugar en el que dejaron el recuerdo. En Carlos Paz, el puente Uruguay es el sitio elegido por las parejas.

Cada vez son más las parejas carlospacenses y de visitantes que dejan su candadito de amor en la pasarela del puente Uruguay de nuestra ciudad, imitando, por ejemplo, al reconocido Pont Neuf de París, donde hace más de un año se prohibió esta acción por el peso adicional que esto generó en la estructura y donde, pese a ello, los enamorados continúan amarrando su amor.

En la ciudad de Córdoba, hace poco tiempo comenzó la misma moda en el puente peatonal ubicado en el Parque de las Tejas que separa al barrio de Nueva Córdoba con Ciudad Universitaria. Allí se observan decenas de candaditos, incluso con algunas leyendas escritas con líquido para borrar tinta.

Cierto es que en muchos de los puentes de las grandes ciudades algunas organizaciones comenzaron a quitar estos candaditos con el mismo argumento que esgrimieron las autoridades de París con el Puente de las Artes. Sin embargo, hay mucha resistencia de la opinión pública y de los enamorados que dejaron su “enlace”, fundamentalmente.

Por ejemplo, en Florencia, Italia, 5500 candados fijados al Puente Viejo (Ponte Vecchio) fueron retirados por el ayuntamiento de la ciudad ya que consideraban que era un problema estético y que también rayaban y abollaban el metal del puente.

En Puerto Madero, en Buenos Aires, cada año kilos y kilos de estas cerraduras son retiradas de las barandillas por representar un peligro para las estructuras.

La moda de los “candaditos del amor” llegó hace poco tiempo a Carlos Paz y el renovado puente Uruguay, construido entre 1939 y 1945, es el lugar elegido para perpetuar el sentimiento. ¿Se atreverá alguien a romper con estos lazos?

Fotos: Pancho Ciarez