La Cámara de Diputados rechazó este miércoles por 138 votos contra 95, y tres abstenciones, la expulsión del diputado Julio De Vido, al no alcanzarse el respaldo de los dos tercios de los miembros presentes del cuerpo, en una sesión especial donde hubo encendidos debates sobre las denuncias de corrupción en la obra pública durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Si bien el oficialismo ganó la votación, no tuvo los dos tercios que se exigen en el artículo 66 de la Constitución Nacional para sancionar la conducta de un legislador, ya que le faltaron 20 votos para expulsar al ex funcionario K.

En una encendida sesión especial que se extendió por espacio de más de nueve horas, De Vido, quien como ministro entre 2003 y 2015 manejó la obra pública, la energía, las telecomunicaciones, la minería, la vivienda, los recursos hídricos y durante gran parte de esos años el transporte, enfrentó duros cuestionamientos y fue acusado de corrupto por legisladores oficialistas.

De todos modos, De Vido contó con el respaldo de los legisladores del Frente para la Victoria y sus tres aliados, y otras bancadas escindidas del kirchnerismo como el Movimiento Evita, y los sindicalistas Omar Plaini y Héctor Daer.

En este contexto también apoyaron al ex ministro K, el Frente Cívico de Santiago del Estero que responde a Gerardo Zamora, Compromiso Federal, que conducen los hermanos Rodríguez Saá, y media docena de diputados del bloque Justicialista.

También fue una sorpresa el voto favorable a De Vido de los diputados de izquierda, Pablo López, Natalia González y Soledad Sosa, y de Alcira Argumendo de Proyecto Sur, en tanto que se abstuvieron Juan Carlos Giordano, Natalia González y la justicialista Silvina Frana.

En tanto, el oficialismo, con 86 bancas, contó con el respaldo del Frente Renovador, que aportó 33 de sus 37 votos, del bloque justicialista, y varios legisladores de bloques provinciales.