Los concejales de la ciudad de Cosquín deberán afrontar el debate sobre la legalización del cannabis medicinal en su jurisdicción, luego que un vecino presentara un proyecto de ordenanza para autorizar los cultivos.

En diálogo con el programa “Panorama” de radio Panamericana de Huerta Grande, Gustavo Godoy, impulsor de la propuesta, señaló que la intención es que “los concejales legislen y suscriban a la ley nacional que dice que se puede producir el cannabis medicinal en forma legal, no clandestina”.

“Es copiado del proyecto aprobado en la localidad General Lamadrid de la provincia de Buenos Aires, donde fue aprobada la producción de cannabis medicinal y para la investigación científica”, señaló.

“El cannabis tiene propiedades medicinales indiscutida y tenemos que lograr que nuestros vecinos puedan acceder de manera fácil, barata o gratuita, mediante la receta médica que autoriza este uso medicinal”, argumentó.

Como parte de este proyecto, Godoy agregó que “promovemos que se realicen seminarios, charlas, congresos para informar a la población sobre sus características”.

El proyecto ingresó al Consejo Deliberante de Cosquín y pasó a comisión para ser estudiado por los ediles de aquella localidad. Aquí la propuesta: Proyecto Ordenanza – Cannabis medicinal

Legislación vigente

En el 2017, Argentina aprobó la ley 27.350 de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados, la cual no incluye explícitamente el autocultivo.

La ley establece que el Estado suministrará gratuitamente los derivados de la marihuana a los pacientes, siempre y cuando estén inscriptos en el programa del Ministerio de Salud de la Nación, padezcan una patología incluida en la clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud y cuenten con una prescripción médica que recomiende el uso terapéutico de la marihuana. En los hechos, sólo se terminó permitiendo la importación de un tipo de aceite y para una sola patología: la epilepsia refractaria.

También fija que la importación del aceite será facilitada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) e invita a universidades nacionales y privadas, el Conicet, el INTA y otros organismos a colaborar con la investigación científica del cannabis y sus derivados en su uso medicinal o paliativo.