Foto: Los Andes

Según calcula la Cruz Roja, la misión en Darwin se extenderá hasta finales de agosto y estiman poder exhumar entre 1 a 3 tumbas por día, dependiendo de las condiciones climáticas, en tanto que el informe final -que será entregado a ambos gobiernos- se conocerá hacia finales de año.

 Una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja ya se encuentra en Buenos Aires para mantener reuniones con funcionarios de gobierno y familiares de caídos en Malvinas, a pocos días de que comiencen las tareas de identificación de 123 tumbas de soldados enterrados en el cementerio de Darwin, a 35 años de la guerra de Malvinas.
“Estoy orgulloso y feliz de encabezar este proceso. Sabemos que es un proceso doloroso para los familiares y esperamos poder dar respuesta a la mayoría de ellos”, dijo hoy en una rueda de prensa en un hotel céntrico el jefe del Plan de Proyecto Humanitario del CICR, Laurent Corbaz, quien llegará este sábado 3 a las islas para encabezar la misión que comenzará las tareas en Darwin, el próximo 19.

Corbaz estuvo acompañado en la conferencia de prensa por el jefe de la Delegación Regional para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, Lorenzo Caraffi; y el jefe de la misión del CICR en Buenos Aires, Diego Alonso Rojas Coronel.

La delegación viene manteniendo reuniones esta semana con la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas y funcionarios de la Presidencia de la Nación, la Cancillería, el Ministerio de Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, para ultimar los detalles de las tareas que se realizarán en Darwin, donde yacen 237 tumbas, de las cuales 123 tienen la leyenda “Soldado argentino solo conocido por Dios”.

Según el acuerdo firmado en diciembre de 2016, entre los gobiernos de Argentina, el Reino Unido y la Cruz Roja -tras un proceso que comenzó en 2012 con el gobierno anterior-, trabajarán en el cementerio de Darwin un equipo de 12 forenses del CICR, de los cuales dos serán aportados por el gobierno inglés -John Clark y Jon Sterenbergy- y dos por el gobierno argentino, Luis Fondebrider y Mercedes Salado, integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Según calcula la Cruz Roja, la misión en Darwin se extenderá hasta finales de agosto y estiman poder exhumar entre 1 a 3 tumbas por día, dependiendo de las condiciones climáticas, en tanto que el informe final -que será entregado a ambos gobiernos- se conocerá hacia finales de año.

En el cementerio, que permanecerá restringido al público hasta que termine la operación, se montará un laboratorio en un container, donde se recogerán “muestras óseas muy pequeñas” -según explicó hoy Corbaz a la prensa- que se enviarán al laboratorio que posee el EAAF en la provincia de Córdoba para ser comparados con las muestras tomadas de los familiares que prestaron su consentimiento, que hasta el momento serían unos 95.

Algunas de las muestras tomadas en Darwin, y elegidas al azar, se enviarán también a los laboratorios de genética forense de la Universidad Central de Lancashire, en Preston (Reino Unido), y de la Universidad de Santiago de Compostela (España) para realizar una doble comparación cruzada de los resultados.

Una vez exhumados los restos y tomadas las muestras, se inhumarán inmediatamente en la misma tumba en un féretro apropiado, ya que actualmente los cuerpos de los soldados están enterrados en bolsas mortuorias.

Pero no solamente se podrán identificar a través del ADN, sino que también se utilizarán los llamados datos ‘ante mortem’; es decir, su aspecto físico, su historia médica y odontológica con detalles como fracturas, piezas dentales faltantes o rasgos distintivos, e incluso por las huellas dactilares, dependiendo en las condiciones en que encuentren los restos.

Para la misión, fue fundamental la información proporcionada por el coronel inglés Geoffrey Cardozo quien -junto a un grupo de profesionales civiles- fue el encargado de recoger los cuerpos de los muertos argentinos tras la guerra de 1982 y enterrarlos en Darwin.

La designación de Salado en el equipo que trabajará en el cementerio recibió cuestionamientos por parte de la Comisión de Familiares, que expresó sus reparos por la nacionalidad española de la forense integrante del prestigioso EAAF, una organización científica no gubernamental que ha tenido una participación crucial en el país para la identificación de víctimas de la última dictadura cívico-militar, y por ser la esposa de Fondebrider.

“Le transmitimos al CICR nuestra enorme preocupación y decepción por la elección de Salado. Nadie discute sus cualidades científicas, pero cuestionamos que se trata de una española cuando Argentina tiene muchos forenses de prestigio, lo que evidencia un desprecio por nuestros profesionales”, dijo a Télam, César Trejo, integrante de la Comisión de Familiares, que había propuesto para ese lugar a Enrique Brunner, veterano de Malvinas y vicepresidente de la Asociación de Médicos Forenses de la Argentina.

Ante ese planteo, desde la Cruz Roja respondieron que la selección había sido realizada a partir de “la lista presentada por el gobierno argentino, sobre la base de criterios estrictamente profesionales”.