Bajo inhumanas temperaturas y jornadas oscuras en casi su totalidad, Cecilia Toledo, carlospacense por elección, atraviesa una de las experiencias más desafiantes y comprometidas de su vida. Es la médica encargada de cuidar la salud de 60 personas, entre científicos y militares, que realizan tareas de investigación y logística en la Base Marambio, una de las seis bases argentinas permanentes en la Antártida.

La doctora pidió licencia en el Hospital Municipal Gumersindo Sayago de nuestra ciudad, donde ejerce la guardia pediátrica los días lunes, y el pasado 12 de mayo se despidió de su familia para embarcarse hacia su primera experiencia de esta naturaleza.

La mujer de 49 años, quien además es médica civil en el Hospital Aeronáutico de Córdoba que pertenece a la Fuerza Aérea Argentina, eligió la Base Marambio en vez de la misión de paz en Haití. “Me pareció el desafío más grande desde el punto de vista médico en un lugar inhóspito”, dijo en una entrevista exclusiva para Carlos Paz Vivo! desde el continente blanco.

Estará bajo condiciones climáticas extremas hasta fines de agosto, “siempre y cuando haya posibilidad de que otro profesional me releve porque el tiempo acá es muy hostil y a veces pasan muchos días sin poder salir afuera”, contó.

“Este miércoles salimos a la intemperie después cinco días de estar completamente encerrados por un temporal, con días de -20° y ráfagas de viento de entre 75 y 100 km/h, que hacen que la nieve que está aplacada se levante y vuele en lo que se conoce como ‘ventisca’. Eso provoca baja visibilidad y no permite que la exposición humana a la intemperie sea más de 5 minutos porque se congelan todos los líquidos del cuerpo”, detalló la carlospacense.

¿Qué tareas realiza en la Antártida?

La función específica de Cecilia es brindar asistencia como médica general, pero como la tarea del personal de la Fuerza Aérea es brindar apoyo logístico a la ciencia, la doctora a veces también se suma a labores como sacar la nieve de las puertas, administrar combustible, realizar mantenimiento de la pista, tener la temperatura adecuada en el interior, entre otras, que permiten asistir a científicos que llegan a la base a través de la Dirección Nacional de Asuntos Antárticos para investigaciones de flora y fauna, capa de ozono, nitrógeno, y más.

“Como a veces existen accidentes laborales, es en ese momento en el que realizo mi tarea, aunque está claro que mi actividad es también operativa y multifuncional. Aquí no existen prácticamente las enfermedades respiratorias porque el frío mata virus y bacterias”, contó.

“Tengo un aparato de rayos X portátil, un ecógrafo, un monitor multifunción con el que puedo monitorear al paciente con electrocardiograma y compartir todos mis estudios en tiempo real con la unidad coronaria del Hospital Aeronáutico Central, a la vez que puedo hacer videoconferencias y ser guiada por especialistas en bioimágenes para diagnosticar, por ejemplo, una apendicitis”, especificó la profesional formada en la Universidad Nacional de Córdoba.

La médica trabaja en equipo con un enfermero. Ambos están capacitados y entrenados en evacuación aeromédica. “Como la Fuerza Aérea tiene la responsabilidad de la búsqueda y rescate por el aire de aquellas personas perdidas, nosotros estamos preparados para asistir médicamente en esos casos”.

“Siento pasión por la salud pública”

Cecilia vive hace 19 años en Carlos Paz, la misma edad que tiene su hija Agustina, estudiante de Diseño Industrial. Además tiene un hijo varón, Joaquín (23), que siguió el rumbo profesional de su mamá y cursa medicina.

“Tengo un gran acompañamiento de ellos y de mi pareja porque conocen de mi pasión por la salud pública. Siempre trabajé en Carlos Paz y localidades cercanas, con el desafío de asistir a pacientes excluidos socialmente. Siempre fue una tarea difícil y apasionante, pero es mi elección”, manifestó orgullosa quien realizó su posgrado en Médicos Comunitarios en la localidad cordobesa de Toledo.

En el Hospital Sayago la reconocen como una profesional comprometida con sus pacientes, que “busca generar siempre empatía con los niños que atiende”, según señaló la directora de la institución, Judith Barrera.

Mirá las imágenes de su estadía en el continente blanco: